¿será que esta tendencia es un pronóstico de que la fe en una divinidad en el futuro pasará a ser algo del pasado?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Es imposible predecirlo pero al examinar lo que sabemos de la religión podemos encontrar pistas de lo que puede pasar.
Explicación:
Parte del atractivo de una fe es que ofrece seguridad en un mundo incierto, de manera que no es sorprendente que las naciones con mayores índices de ateísmo tienden a ser aquellas que proveen a sus ciudadanos con una estabilidad económica, existencial y política relativamente alta.
Japón, Reino Unido, Canadá, Corea del Sur, Holanda, República Checa, Estonia, Alemania, Francia y Uruguay son países en los que la religión era muy importante hace apenas un siglo, pero en los que en la actualidad las tasas de creyentes se sitúan entre las más bajas del mundo.
En todos estos países hay sistemas educativos y de seguridad social fuertes, baja desigualdad social y sus ciudadanos son relativamente ricos.
"La gente tiene menos miedo de lo que pueda pasar", dice Quentin Atkinson, psicólogo de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.
No obstante, el descenso del número de personas creyentes se produce incluso en países que son todavía muy religiosos, como Brasil, Jamaica o Irlanda.
"Pocas sociedades son hoy en día más religiosas de lo que eran hace 40 o 50 años" dice Zuckerman.