¿Será importante cultivar cualidades y buenas actitudes? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Yes
Explicación:
Ya que ayudará a tener una sociedad no mala y con buenos modales, habrán peleas pero el humano es así.
De nada <3
Explicación:
Nos hemos pasado la vida persiguiendo una felicidad que cuando solemos alcanzar, de nuevo termina. Así, una y otra vez, día tras día. Vida tras vida. En este sentido es alentador saber que cuando se desarrolla la inteligencia espiritual se descubre que la vida puede ser algo más, pues de lo que se trata es de enriquecerla, hacerla cada día más valiosa, desde luego no con bienes materiales, si no con la consciencia de vivirla en plenitud.
Uno de los indicadores más significativos de nuestro crecimiento personal, son los valores que manejamos. Conforme evolucionamos, más cualidades, fortalezas y aptitudes positivas tenemos. Quienes las poseen son los indiscutibles representantes de la vanguardia del progreso de la humanidad. Poseer virtudes y cualidades nos sitúa en la cúspide de la evolución.
Aunque lo natural en la vida sería ser cada vez más evolucionados y conscientes, a menudo nuestro crecimiento se detiene y nos perdemos en las innumerables demandas de la vida cotidiana. De niños experimentamos constantes cambios y aprendizajes, en la adolescencia seguimos creciendo, aunque a menudo menos que antes, y cuando llegamos a adultos nos solemos estancar.
Así dejar de evolucionar es un problema, porque carecer de cualidades y valores nos limita a la hora de enfrentarnos a las dificultades de la vida. Además, sólo con ciertas aptitudes y fortalezas podemos superar muchos de los inescapables problemas que se nos presentan. Es notable que muchas personas que se acercan a los psicólogos buscando soluciones a sus conflictos, en numerosos casos lo único que necesitan es madurar, para transformar la percepción de su vida.
Desde esta perspectiva es esencial entender que no cultivamos unos valores y cualidades por hacer lo correcto, ni para cumplir con las expectativas de los demás. Tampoco para ser reconocidos y admirados, ni para estar por encima de nadie y tampoco se trata de compensar nuestros defectos, errores y sentimientos de culpa.