Señala un ejemplo de sucesos o eventos de la actualidad que hayan tenido su origen en el virreinato
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Algunas costumbres de origen español que seguimos teniendo, entre muchísimas otras:
El juego infantil de “Doña Blanca”: en los manuscritos andalucíes del s. XII, escritos en mozárabe, ya se menciona este juego infantil con el nombre de “Doña Sancha”, que también estaba atrapada entre pilares de oro y plata. Nota al margen: La canción de “Cielito Lindo” también aparece mencionada por primera vez en textos de Al-Andalus, s. X, también menciona a la Sierra Morena, aunque los versos han cambiado pero la estructura rítmica y la métrica silábica se han mantenido a lo largo de 11 siglos.
La gran mayoría de la simbología y fiestas de la religión católica: el poner altares caseros adornados con flores, el sacar las estatuas de la virgen o santos “de paseo” o el ir en peregrinación desde lugares lejanos hasta santuarios especiales, etc. son de origen español
La “fiesta brava”, por supuesto, aunque la inovación mexicana fue que el “olé” se volvió una palagra grave: “Óle” (el acento en la O - lo puse para que quede más claro que así es como pronunciamos), además que se alarga la primera vocal tanto como dure la faena.
Las posadas y las pastorelas fueron inventadas por los frailes misioneros para facilitar la catequización de los indígenas - con todo y el poliglotismo increíble de muchos de estos misioneros, no siempre hablaban el idioma de todos los diversos grupos, pero con mímica y teatro era más fácil propagar el cristianismo. La piñata fue originalmente traída por la familia Polo desde China (igual que las pastas y los helados, que hoy se consideran algo muy típicamente “italiano”) y en ese entonces estaban de moda alrededor del Mediterráneo - los frailes decidieron añadirlas a su impulso misionero.
Las fiestas patrias. ¡Sí, es en serio! Cada año, en la Nueva España, se hacía una mega mega fiesta el día de San Hipólito para conmemorar la conquista de Tenochtitlan a manos de Hernán Cortés el 13 de agosto (día de San Hipólito en el santoral católico) de 1521. Cortés mandó construir la iglesia de San Hipólito, actualmente en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, para conmemorar este día. En la plaza principal había venta de comida y artesanías, se echaban cohetes, peleas de gallos y de toros, corridas de toros con novilleros tanto aficionados como profesionales… presidiendo los festejos el virrey, por supuesto. Y conforme Nueva España se fue expandiendo hacia el noroeste en las “Guerras Chichimecas”, el festejo se fue propagando a los nuevos territorios.