semejansas de los alimentos que se consumían en la Colonia y en la actualidad
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Mas sea tu alimento tu medicina, y tu medicina tu alimento». Esta cita de la Antigua
Grecia, atribuida a Hipócrates (siglo V a.C.), relaciona directamente alimentación y salud,
poniendo de relieve la importancia de una correcta educación nutricional, para evitar las
consecuencias de los malos hábitos alimentarios y de vida, cada vez más presentes en la
sociedad actual.
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La historia de la especie humana, se puede explicar con bastante precisión mediante la
historia de la alimentación. Se han producido importantes cambios entre el hombre
prehistórico y el hombre actual, algo evidente simplemente fijando la atención en el cambio
del significado de la alimentación. El hombre prehistórico se preocupaba sobre todo por la
cantidad de alimento, ya que su mayor interés se basaba en la supervivencia, mientras que el
hombre actual dispone de muchos más recursos, sin apenas esfuerzo, centrando su elección
en la calidad, determinada además por las costumbres, tradiciones, creencias y el saber
culinario entre otros. El hecho de elegir según la calidad, no implica que coma mejor, dado
el creciente número de enfermedades relacionadas con la alimentación en la actualidad¹
,
².
Esta evolución de la alimentación a lo largo de la historia, ha estado influenciada por
cambios sociales, políticos y económicos. Los grandes viajes y descubrimientos
contribuyeron a la diversificación de la dieta, pero al mismo tiempo, la abundancia o escasez
de alimentos, ha condicionado el desarrollo de los acontecimientos históricos³.
En este último siglo, se han producido importantes cambios socioeconómicos en
España, que han repercutido en el consumo de alimentos, y, por consiguiente, en el estado
nutricional de la población. En el periodo de posguerra (1940-1961), no se produjeron
excesivos cambios, iniciándose a continuación un periodo de expansión y desarrollo (1961-
1992)3,30. Los hábitos alimentarios, por tanto, han cambiado de forma importante en los
últimos 50 años, pero este hecho no se ha producido de forma brusca ni en todas las partes
de España en el mismo momento, sino que se trata de un proceso de características
desiguales, el cual se desarrolló a partir de la década de los sesenta, dependiendo del
particular ritmo de introducción que las nuevas redes del mercado alimentario tuvieran en
cada pueblo4
.
Durante esos años, con referencia a los pueblos andaluces, lo que fundamentalmente
determinaba el modelo dietético a seguir eran las tremendas diferencias sociales,
dividiéndose la población, fundamentalmente, en dos grupos: el de las élites y el del resto de
la población (comerciantes y agrícolas, la mayoría de la población) 4.
El modelo dietético que seguían, según comentaba una mujer octogenaria, era “sano
pero muy humilde”. El día comenzaba con el desayuno basado en un café (la mayoría de las
veces con cebada o malta), con pan tostado o frito, pero siempre migado*. Los niños no
tomaban nada a media mañana. A la hora del almuerzo, si el padre no comía en casa, la
madre y los hijos comían bien las sobras del día anterior, bien comidas como sopa de tomate
*Forma típica de consumir el pan en Andalucía, que consistía en desmenuzar el pan en el
café con leche o en la leche sola para el desayuno.
o tostada con sardina arenque, entre lo más típico. Los platos tipo cocido o potaje con carne
o tocino y embutidos eran para clases sociales superiores. De todas formas, el almuerzo
siempre consistía en una ensalada para compartir, un plato principal y, con suerte, alguna
fruta del tiempo. La merienda no era muy común, los adultos tomaban un café y los niños,
una sardina arenque o bien un poco de pan tostado con aceite y azúcar. La cena era la
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comida principal, ya que era cuando los varones en edad laboral regresaban a casa y, por
tanto, consideraban esta comida como la más importante, donde tomaban guisos o potajes las
clases sociales medias, o sopas de tomate, unas gachas o poleás** las clases más pobres. La
leche, los huevos, la fruta, el pescado o la carne eran considerados un privilegio. Las clases
medias sí podían permitirse tomar los alimentos citados, además de hacer una merienda más
completa y componer los almuerzos de varios platos incluyendo más variedad. Las élites
mantenían hábitos completamente distintos, tanto en calidad como en cantidad. El desayuno
era más completo, tomando además del café y la tostada, un poco de cacao o chocolate;
Explicación:
espero te ayude :v