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novela de esta Generación de la generacion del.98.
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Respuesta:
Dos años después, en una alcoba blanca, cerca de la cuna de un niño recién nacido, Fernando Ossorio pensaba.
En una cama de madera grande, que se veía en el fondo del cuarto, Dolores descansaba con los ojos entreabiertos, el
cabello en desorden que caía a los lados de su cara pálida, mientras erraba una lánguida sonrisa en sus labios.
Recordaba su vida, la indignación que le ocasionó la carta irónica de Laura, en la cual le felicitaba por su
cambio de existencia; sus deseos y veleidades, por volver a la corte, lamentable la costumbre adquirida de vivir en el
campo, el amor a la tierra, la aparición enérgica del deseo de poseer y poco a poco la reintegración vigorosa de todos
los instintos, naturales, salvajes. Y como coronando su fortaleza, el niño aquel sonrosado, fuerte, que dormía en la cuna
con los ojos cerrados, como un pequeño luchador preparado para la pelea. Estaba robustamente constituido, así había
dicho su abuelo el médico; así debía ser, pensaba Fernando. Él estaba purificado por el trabajo y la vida del campo.
Entonces más que nunca sentía una ternura que se desbordaba en su pecho por Dolores, a quien debía su salud y la
prolongación de su vida en la de su hijo. Y pensaba que había de tener cuidado con él, apartándole de ideas turbadoras,
tétricas, del arte y la religión.
Él ya no podía arrojar de su alma por completo aquella tendencia mística por lo desconocido y lo sobrenatural,
ni aquel culto y atracción por la belleza de la forma, pero esperaba sentirse fuerte y abandonarlas en su hijo. Él le
dejaría vivir en el seno de la naturaleza; él le dejaría saborear el jugo del placer y de la fuerza en la ubre repleta de la
vida, la vida que para su hijo no tendría misterios dolorosos, sino serenidades inefables. Él le apartaría de ser un átomo
de la materia triste, de la masa de eunucos de nuestros miserables días. Y mientras Fernando pensaba, la madre de
Dolores, cosía en la faja que había de poner al niño una hoja doblada del Evangelio.
Camino de perfección, Pío Baroja
Explicación:
espero haberte ayudado
¿me pones como la mejor? me ayudarías mucho de verdad