Según la NEP, ¿cuál es la relación que se establecía entre la producción agrícola y el desarrollo industrial?
Respuestas a la pregunta
La primera parte se denomina "Revolución agrícola y revolución industrial" y, mediante un triple enfoque el autor señala la función capital ejercida por la agricultura en la industrialización de las sociedades occidentales. El primero de estos enfoques estudia la gravitación de la agricultura en las sociedades tradicionales; el segundo demuestra la imposibilidad de un crecimiento industrial importante sin un desarrollo previo, o paralelo, de la agricultura; y el tercero examina las múltiples formas por las cuales el desarrollo de la agricultura contribuyó a la industrialización. En la segunda parte, subtitulada "Agriculturá y subdesarrollo" el autor examina el papel desempeñado por la agricultura en los problemas económicos del Tercer Mundo, tomando en cuenta las diferencias de estructuras existentes entre esas economías y las de los países occidentales. Señala también que la importación de productos alimenticios se ha convertido en una realidad para muchos países europeos desarrollados y para cierto número de países del Tercer Mundo, aunque en la práctica resulta difícilmente realizable para los países subdesarrollados en su totalidad, por dos razones: 1) las disponibilidades de los países desarrollados no son ilimitadas, y aun suponiendo que lo países del Tercer Mundo evolucionaran hacia una considerable dependencia exterior de los productos alimenticios, en un período de cincuenta años, la demanda interna de los países desarrollados aumentará igualmente en ese mismo lapso, y la producción de los mismos debería casi triplicarse para satisfacer la demanda interna y externa; 2) los medios de pago de que dispone el Tercer Mundo para adquirir productos agrícolas de los países desarrollados, en el casos de la hipótesis anterior, no alcanzan a cubrir la demanda, pues el costo de una cantidad de cereales representa un valor veinte veces mayor al de las exportaciones actuales de productos manufacturados de los países subdesarrollados destinadas a los países desarrollados, porque en la hipótesis de un aumento tan grande de la producción, es evidente que habría que cultivar tierras de menor productividad, lo que acarrearía un aumento del precio de costo. Finalmente, el autor considera que el desarrollo del Tercer Mundo requiere una ayuda financiera que le permita desarrollar su agricultura y, en consecuencia, el conjunto de su economía.