Según Elena Poniatowska cuál es, según
su mirada, la función del escritor-periodista:
Respuestas a la pregunta
Elena Poniatowska
No existe una frontera clara entre periodismo y literatura. Cada vez se fusionan más esos territorios disímiles que se entrelazan y confunden. El tema es un debate viejo que se ha ido clarificando con la aparición de una forma de periodismo de autor donde confluyen reporteros y literatos.
Cuando la palabra creativa es la materia que da cuerpo a artículos y ensayos, relatos y reportajes, novelas, crónicas y poemas, todo es literatura. Entonces periodistas, narradores, poetas y ensayistas, todos son escritores. Aunque muchos sean ciudadanos de ambos países, algunos se consideran ubicados de un lado u otro de esa frontera que los une y los separa. Hay periodistas que no se aventuran fuera de sus propias murallas, inhibidos quizá por clasificaciones excluyentes. Lo mismo ocurre con escritores que, maestros en el trabajo de modelar y pulir textos, no frecuentan el reino de las letras cotidianas, tal vez por no poder desenvolverse en un escenario de inmediatez que exige precisión, es decir, escribir sin opción a correcciones posteriores.
Hay literatura en el periodismo y periodismo en la literatura, especialmente cuando hablamos de géneros como la crónica, el reportaje, la biografía o el relato. Literatura y periodismo se corresponden, mantienen relaciones unívocas, se acoplan y el resultado es un género mixto que cumple el objetivo de comunicarse con el lector. Hay literatos que practican el periodismo y reporteros que respiran poesía en sus trabajos. Aunque se podría profundizar desde otras perspectivas –crítica o analítica– sobre las correspondencias entre periodismo y literatura, quizás no merezca la pena. Hay grandes escritores que maduraron en periódicos y revistas: García Márquez, Onetti y Borges, entre otros muchos; y narradores que encuentran en la prensa diaria el espacio que necesitan para publicar textos cargados de literatura.
En las letras mexicanas coexiste una raza heterodoxa de escritores que mezclan periodismo y literatura, que combaten en ambas trincheras. Entre ellos destaca, en nuestra época, la figura de Elena Poniatowska, una autora formada en el periodismo más puro: la entrevista. Sus textos, dotados de oficio adquirido con base en trabajo y experiencia, muestran un estilo peculiar que despliega sus alas literarias para penetrar espacios donde ficción y realidad se funden en un todo, sin fronteras ni diferencias, porque lo único que cuenta es la sucesión de palabras enlazadas por la magia de la creatividad.