¿Se puede decir que la Constitución de 1833 establecía en Chile un verdadero modelo democrático?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
“Ninguna de las Constituciones de Sud-América merece ser tomada por
modelo de imitación...”, más aún realizando una lectura comparatista de
las Constituciones del continente (Chile, Perú, Colombia, México, Uruguay y Paraguay, entre otras )
Explicación:
Respuesta:
Durante los años posteriores a la Independencia, caracterizados por conflictos e inestabilidad, se ensayaron seis proyectos constitucionales que intentaron terminar con la crisis y, además, pretendieron crear las bases de un nuevo sistema social, político y económico que rompiera con la herencia colonial. Los nuevos ordenamientos jurídicos ensayados en las constituciones políticas buscaron zanjar ideas como la democracia, la nación, el Estado y la religión.
A partir de esas discusiones, y principalmente durante la década de 1820, se agudizaron las diferencias políticas al interior de las elites, lo que dividió al espectro político del país entre liberales y conservadores.El fracaso de las leyes federales de 1826 y la guerra civil de 1829 y 1830 dio como vencedores al grupo conservador y acabó con la vigencia de la Constitución Liberal de 1828.
A partir de las discusiones en torno a la Constitución, el espectro político se dividió. Por un lado se encontraban quienes pensaban en introducir reformas a la carta pero manteniendo los principios liberales de 1828, posición que lideró Manuel José Gandarillas. Por otro lado se planteó reformular los postulados y dar origen a un nuevo texto, idea defendida por Mariano Egaña.
Ambas posturas tuvieron sus representantes en la Gran Convención Constituyente, convocada por José Joaquín Prieto para discutir los asuntos constitucionales. Tras un largo debate ideológico al interior de la Gran Convención y, no obstante las aprehensiones, el texto redactado por Egaña, que fue en parte modificado por una Comisión Revisora y Redactora, se transformó en el cuerpo fundamental de la nueva Constitución y en el soporte ideológico de la elite conservadora liderada por Diego Portales.
La nueva Constitución fue promulgada y publicada el 25 de mayo de 1833, reemplazando al texto de 1828. Durante casi un siglo de vigencia, diversas reformas liberalizaron la Constitución y fueron adecuándose a los intereses de los nuevos gobiernos, siempre sobre la base de un sistema orgánico estable y sólido que le dio permanencia al ordenamiento político, aunque disminuyendo la primacía del Poder Ejecutivo y avanzando hacia un parlamentarismo que llegó a su fin en 1925 durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma.
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