Se define como el acto de exponer razones para demostrar que algo es verdadero o falso.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Cómo saber si un argumento es falso o verdadero?
Para que un razonamiento sea verdadero, además de estar formalmente bien construido, sus premisas deben ser verdaderas. Es decir, todas sus premisas deben corresponderse o ajustarse a la realidad. Si una de sus premisas es falsa, entonces el razonamiento será falso (aunque su forma sea legítima o correcta).
Explicación:
Una característica de los argumentos suposicionales es que presentan como razón para aceptar su conclusión, no solo aserciones o enunciados, sino argumentos. Para dar cuenta de los argumentos suposicionales diversos autores (Freeman, Fisher, Hitchcock) proponen extender el concepto de premisa, de manera que se aplique no solo a enunciados sino también a argumentos. En este artículo se exploran algunas de las consecuencias de esa propuesta para la teoría de los argumentos.
Palabras clave: argumentos suposicionales, pertinencia, premisas, reductio.
Abstract
A feature of suppositional arguments is that a conclusion is drawn on the basis not just of assertives or statements, but of an argument. To cover suppositional arguments, many authors (Freeman, Fisher, Hitchcock) have proposed to expand the concept of a premise so that it includes not only assertives or statements but also arguments. In this paper, some of the consequences of this approach for the theory of arguments are explored.
Key words: premise, reductio, relevance, suppositional argument.
1 Argumentos suposicionales
Los argumentos aparecen allí donde se ofrecen razones para sustentar una tesis. Cuando se identifica un argumento como producto con un conjunto de enunciados, se llama conclusión al enunciado que expresa la tesis y premisas a los que expresan las razones. Esta descripción solo contempla argumentos directos o lineales, y tiene que ser modificada para dar cuenta de los argumentos suposicionales o hipotéticos.
Son pocos los textos de lógica informal que prestan la debida atención a los argumentos suposicionales, pese a que son argumentos comunes en la práctica.1 Cuando se razona suposicionalmente, se propone una suposición y se infiere algo con su ayuda para llegar finalmente a una conclusión independiente de ella. Así el patrón general de los argumentos suposicionales viene a ser algo parecido a esto:
1. Supóngase a efectos de la argumentación que S.
En tal caso,
2. C.
Por tanto
3. P.
En la derivación de C pueden intervenir, además de S, otros enunciados como premisas. Así los argumentos suposicionales constan de un argumento subordinado (de 1 a 2) que se presenta como razón para aceptar la conclusión principal P. En el argumento subordinado se supone algo "a efectos de la argumentación" y se llega a una primera conclusión C usando ese supuesto, que es descargado antes de llegar a una conclusión final P que por tanto ya no depende de él. Esta descripción de los argumentos suposicionales no asume que la inferencia de 1 a 2 sea deductiva; cuando no lo sea, la conclusión 3 puede contener cualificadores modales como "generalmente" o "normalmente".
La expresión "argumento suposicional" adolece de alguna ambigüedad, puesto que puede referirse bien al argumento subordinado que parte del supuesto S para llegar a la conclusión no asertada C, bien al argumento que lleva a asertar la conclusión P a partir del argumento subordinado. En este artículo se usa del segundo modo.
La condicionalización, el dilema o la reductio ad absurdum son patrones muy conocidos de razonamiento suposicional. En la reductio, por ejemplo, se intenta establecer la conclusión derivando un absurdo de su negación, pretendiendo por tanto que debe aceptarse la tesis porque su negación es indefendible. La reductio puede esquematizarse, pues, así:
1. Supóngase a efectos de la argumentación que no C.
En tal caso,
2. A (contradictorio, falso o implausible).
Por tanto,
3. C.
2 Las premisas en los argumentos suposicionales
La noción de premisa no es inmediatamente aplicable a los argumentos suposicionales. Una primera dificultad tiene que ver con el análisis del argumento subordinado. Según Fisher (The Logic of Real Arguments p. 119) el mejor modo de analizar esos argumentos es dar la consideración de premisas a los supuestos y la de conclusión a los enunciados que se siguen de ellos. Se desprende que en contextos suposicionales las premisas y la conclusión no son aserciones. De hecho, el carácter no asertado de la suposición es heredado por todas las conclusiones que se siguen de ella (p.122). En el esquema de la reductio, por tanto, no-C no es asertado y actúa como premisa con respecto al absurdo no asertado (realmente es difícil concebir la aserción de un absurdo declarado). Fisher se sirve del superíndice u como prefijo para indicar la presencia de un enunciado no asertado, con lo que el esquema general se convierte entonces en:
1. Supóngase que uS.
En tal caso,
2. uC.
Por tanto
3. C'.