Saque el hablante lírico, el motivo lírico, el objeto lírico y la actitud lírica del poema “Rima LIII” del español Gustavo Adolfo Bécquer
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Lo natural que se repite, lo que no hace mudanza en su costumbre. Un pasado de moderada dicha, un presente de frustración y un futuro cierto. La poesía siempre volverá, como las oscuras golondrinas.
Este es el artículo con el que cerraré el estudio comenzado hace unos meses, sobre las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. He dejado para el final, la que sin duda es la poesía más conocida del autor sevillano, la Rima LIII.
LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
¡esas… no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!
Al comienzo del artículo anterior, cuando establecí la estructura interna del libro de las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, dije que el tema del amor, que aparece luminoso en la segunda parte del libro, comienza a oscurecerse en la tercera parte, en las rimas que van de la XXX a la LIV y que este cambio, establecía los cimientos para que el poeta se centrara definitivamente al final del libro en el tema de la soledad y de la angustia. La rima LIII, la que nos ocupa en el presente estudio, es precisamente una clara muestra del tema amoroso, pero visto, no desde la plenitud, sino desde el desencanto, desde la frustración, desde el despecho del yo lírico.
Explicación:
cual rs la actitud del hablante del poema de bewuer