San Agustín advierte que la existencia del ser está encaminada hacia lo que el denomina la ciudad divina, es decir, la ciudad donde habitan los hombres que viven según las normas divinas, pero además indica que algunos hombres hacen constituir su existencia según las normas humanas, éstos están llamados a vivir la ciudad terrena. Lo anterior se puede argumentar de la siguiente manera:
A. la ciudad divina y la ciudad terrena son dos caminos opuestos porque son propuestas de vida que pueden hacer feliz al hombre, cada una según sus principios de vida lo realizan
B. optar por la ciudad divina es optar por los preceptos divinos y despreciar los terrenales
C. son caminos que alejan al hombre de la tierra y lo idealizan
D. en cívicos de San Agustín le da al hombre la opción de acercarse a Dios o alejarse de él, pero le deja claro que la única real es la opción divina
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la A es el mejor argumento
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