Ciencias Sociales, pregunta formulada por valeria151314gt, hace 1 mes

resumir el texto con sus propias palabras :

LA UNIVERSIDAD EN TIEMPOS DE POSTPANDEMIA
La pandemia ha desencadenado la virtualidad de la educación a escala global presentándose oportunidades pero también amenazas. Frente a la oferta educativa global de universidades de otros países, que cada vez será más invasivo en los próximos años, es necesario fortalecer la identidad de las universidades locales, que tendrán que diversificar sus modalidades y su oferta educativa; quizá se fusionen y se aglutinen en consorcios con características comunes, quizá se fortalezcan de manera unilateral, demostrando sus cualidades o el plus que
Del mismo modo, en un nivel técnico curricular, es necesario analizar las carreras profesionales desde la perspectiva del perfil de egreso en términos de competencias, resultados de aprendizaje, y asignaturas; analizando el plan de estudios desde la perspectiva de la diversificación de las modalidades formativas,  adecuando así, la formación presencial, semipresencial y a distancia. La formación escolarizada con horarios rígidos, espacios formativos estables, con profesores únicos, tiende a cambiar. Lo importante es el logro de los “resultados de aprendizaje”, asegurando la calidad formativa en cada uno de los estudiantes.
En esta nueva realidad, se presenta la oportunidad de ofrecer los servicios educativos a estudiantes de diversos lugares, inscriptos en los entornos virtuales creados especialmente para tal fin. Asimismo, si es posible asimilar estudiantes globales también se tendrá acceso a especialistas y científicos de otros lugares que pueden cumplir la función de “profesores freelance”; especialistas de otras universidades nacionales e internacionales que pueden brindar sus servicios a distancia. La creación de entornos virtuales rompe con las fronteras físicas, con los espacios geográficos, vinculando a las universidades, a estudiantes y profesores, a los grupos científicos y académicos, dentro de un espacio virtual de interacción dinámica y personalizada.
La aplicación de los recursos tecnológicos propios de la formación a distancia y semi/presencial implica, aplicar las Tics de una forma racional, no mecánica, que favorezca el contacto interpersonal, con fluidez y espontaneidad; creando a su vez espacios de diálogo flexibles y tolerantes frente a la multiplicidad de dificultades personales, considerando a su vez los diversos entornos virtuales. Los protagonistas de esta nueva historia siguen siendo los profesores y los estudiantes que se acomodan a las circunstancias y las situaciones límite, a pesar de las limitaciones del “distanciamiento” propios de la formación virtual. La tecnología debe percibirse como un instrumento esencial dentro de esta relación protagónica; no obstante, debe estar al servicio de la pedagogía y no al revés. Es así, que la formación no presencial puede mantener el vínculo entre profesor y estudiante reconociendo sus límites y aplicando múltiples estrategias y recursos tecnológicos, combinando las modalidades formativas.
Sin embargo para que se cumplan efectivamente este propósito, las actividades de la formación no presencial deben planificarse cuidadosamente. No se pueden trasladar mecánicamente las actividades tradicionales de la presencialidad a la virtualidad. Se debe planificar los momentos sincrónicos de contacto directo entre profesores y estudiantes así como las actividades propias de la asincronía de actividad autónoma del estudiante. La combinación entre ambas exceden el control horario tradicional de la sesión de aprendizaje. En consecuencia se supervisa el producto y los resultados de aprendizaje antes que la duración de la clase.
La sincronía y la asincronía son inseparables en las modalidades formativas semi/presencial y a distancia. Es un error subrayar una de ellas en detrimento de otra. Si se requiere adecuarse a los momentos actuales de paso previo a la postpandemia, una solución serían las “aulas híbridas”, con la presencia de un grupo de estudiantes en el aula y otro grupo en la modalidad a distancia. No se debe confundir la “sincronización tecnológica” para optimizar la formación para ambos grupos, con la “sincronía” de la formación virtual.
Las “aulas híbridas” tendrían que mantenerse en el tiempo formando parte de “la nueva normalidad”; porque favorecerían a aquellos estudiantes que no están presentes físicamente por múltiples razones pero que están comprometidos con su educación y capacitación. La concepción de campus universitario debe ampliarse, esta debe observarse como una combinación del territorio físico del centro de estudios con el espacio en la nube electrónica propio de los entornos virtuales.

Respuestas a la pregunta

Contestado por jorgeadrianboaglio
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La pandemia ha forzado a las universidades a ofrecer educación virtualmente a escala global. Esto presenta oportunidades, pero también amenazas para las instituciones de educación local. Las universidades necesitan diversificar sus modalidades y ofertas educativas para mantenerse competitivas, y estudiantes y profesores deben adaptarse a los nuevos entornos virtuales. La formación no presencial puede mantener el vínculo entre profesor y estudiante, pero las actividades deben planificarse cuidadosamente. "Aulas híbridas" que combinan estudiantes en el aula y a distancia podrían ser una solución para la "nueva normalidad".

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