Resumen y mensaje de San Lucas capítulo 15
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido. Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
a. Si pierde una de ellas: No es extraño que una oveja estuviera perdida. “Ningun otra criatura se desvía con más facilidad que una oveja; ninguna hace menos caso; y ninguna es tan incapaz de encontrar el comino de regreso a la manada, cuando una se ha perdido: balará por la manada, y aun así, seguir corriendo en una dirección contraria a la que dirige hacia la manada: He notado esto con frecuencia.” (Clarke)
b. La preocupación del pastor es por la oveja perdida; la que no está perdida no es una preocupación inmediata. Cuando él encuentra la oveja, el pastor está felíz; no enojado.
i. Nota la palabra: Gozoso. Cuando Jesús nos carga, lo hace con gozo, no con rencor, sino contento.
c. La pone sobre sus hombros gozoso: Cuando Jesús nos encontró, también tuvo que cargarnos. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. (Romanos 5:6)
d. Los rabíes creían que Dios recibiría a un pecador que viniera a él inmediatamente. Pero en la parábola del pastor y la oveja, Jesús enseña que Dios busca a los que aun se encuentran perdidos.
i. Dios no recibe con desgusto a los perdidos. En vez de eso, él los busca. Dios encuentra al pecador más antes que el pecador lo encuentre a él.