resumen un nuevo rostro de Europa
ahorita por favor lo necesito
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Si ok que te halla ido en el día de ayer no pude asistir al trabajo por la mañana pero me dijeron en el trabajo y 999888838 8pm a los 100 que me llamaron y que hacer un viaje de la actividad turística en la actividad de los días viernes en el diccionario de datos del libro que había sido publicado en el diario oficial de la Argentina en el diario oficial de la Argentina la semana pasada en el diario oficial de la Argentina de la clase del lunes 19 de abril primero de secundaria de investigación no hay que ser un poco menos para los niños y
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Espero haberte ayudado y seguime y dame corona para
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Tras las elecciones del Parlamento Europeo, se volvieron a barajar los naipes políticos en la UE. En este dossier les ofrecemos informaciones y análisis de las principales tendencias y las nuevas figuras en la cúpula.
Una tarde, en el verano de 1977, vagabundeaba por las calles de París en busca del Centro Georges Pompidou. Detuve en la calle a una señora para pedirle ayuda. Me orientó de mala gana, con un gesto de fastidio: "Está a la vuelta y es horrible". Y sí, ahí estaba, aunque no parecía tan horrible. Era, es, un montón de tubos, láminas de acrílico y trozos de acero acogiendo algunas de las más importantes instituciones culturales francesas, entre ellas el Museo Nacional de Arte Moderno. Aquella señora indignada tenía razón en cierta medida. Recién inaugurado, Beaubourg, como se conoce también al Centro Pompidou, se alzaba como una suerte de colorida refinería en medio de un entrañable paisaje arquitectónico viejo pero útil aún, como casi todo lo que da identidad a la capital francesa, la más visitada por el turismo internacional.
Mientras las airadas protestas de los parisinos se hacían escuchar por todos los medios, los arquitectos Renzo Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini echaron a andar, donde antes se alzaba un viejo mercado tradicional, un proyecto que comenzó a cambiar radicalmente la cara de la ciudad, comenzando desde su corazón en un populoso barrio, Les Halles, que no se había lavado la cara prácticamente desde la Edad Media. Entre gritos y sombrerazos la arquitectura High Tech entró a París por la puerta grande y se quedó ahí. Hoy el Pompidou es parte de la identidad de la ciudad y es visitado todos los días por miles de turistas de todo el mundo.
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