Resumen sobre las todas bienaventuranzas. Por favor
Respuestas a la pregunta
Mateo 5:3-12 Lucas 6:20-23
Bienaventuranzas Bienaventuranzas
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios --
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los CielosProbablemente las bienaventuranzas más famosas sean las transmitidas por el evangelio de Mateo (capítulo 5) y el evangelio de Lucas (capítulo 6). Entre ellas se observó cierto número de concomitancias. Los dos evangelios recogen la misma palabra: «bienaventurados» o dichosos. Los dos están de acuerdo en colocar ese término al frente de una especie de discurso-programa que pronuncia Jesús al comienzo de su ministerio, un poco antes en Mateo que en Lucas. También hay en los dos una diferencia muy clara entre las primeras bienaventuranzas y la última, tanto en el tono general como en el estilo: mientras que las primeras son breves y están bien acuñadas, la última se despliega con cierta amplitud. Y en ambos evangelios, el tono general viene dado por la primera bienaventuranza que se suele considerar el compendio de todas las demás: «Bienaventurados los pobres» (Lucas 6:20), «Bienaventurados los pobres de espíritu» (Mateo 5:3).
En el evangelio de Mateo, las bienaventuranzas constituyen el comienzo del largo discurso de tres capítulos (Mateo 5-7) conocido como «sermón de la montaña». En cambio, en el evangelio de Lucas, se ubican en el comienzo de un «discurso en la llanura» mucho más corto (medio capítulo: Lucas 6: 20-47). Este discurso se encuentra recogido casi íntegramente en el sermón de Mateo, pero sus perspectivas parecen ser algo distintas.
El discurso de Lucas está centrado casi exclusivamente en el amor al prójimo; Mateo se interesa sobre todo por la manera con que las exigencias del evangelio constituyen una superación respecto a las exigencias de la ley judía, tal como se la interpretaba en el siglo I.
En cuanto a las bienaventuranzas mismas, la primera diferencia que se advierte es la del número: Mateo tiene 9; Lucas sólo 4, pero las hace seguir de otras cuatro sentencias que recogen exactamente la otra cara de las bienaventuranzas: las maldiciones (¡ay de vosotros, los ricos, los que estáis saciados, los que ahora reís, de los que habla bien todo el mundo!). La diferencia de contenido es la más importante: la razón de la dicha no parece ser la misma para Mateo que para Lucas. Lucas considera situaciones penosas (Dichosos los pobres... Dichosos los que ahora tenéis hambre...). mientras que Mateo tiene en cuenta actitudes y disposiciones espirituales (Dichosos los pobres de espíritu... Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia...). Si bien estas dos series de bienaventuranzas se sitúan en dos planos distintos, parecen ser complementarias y convergente