resumen sobre la leyenda de poma cochas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La primera encontró su sitio en una jalea, situada entre San Carlos y Yurumarea, y la segunda se ubicó en la «Pampa del Tapial», cerca de Chachapoyas. En el valle de Pomacochas progresaba un pequeño pueblo, cuyos habitantes eran muy orgullosos, pues poseían grandes riquezas extraídas de las minas de Cullquiyacu . El Taita Amito quiso castigar a esta gente mala, y convirtiéndose en un viejecito harapiento, cubierto de sucias y feas llagas, se presentó en el pueblo. El anciano sufría estos ultrajes en silencio, y casi al atardecer llegó a las puertas de una chocita muy pobre, donde vivía una mujer con muchos hijitos.
Como la mujer era generosa, contó a sus vecinos lo que el anciano misterioso le había anunciado, pero éstos, llenos de incredulidad, la llamaron loca. Los habitantes, que además eran muy curiosos, dejaron sus lechos y salieron a aguaitar. Asustados pretendieron huir, pero las aguas se precipitaron, sepultando en sus entrañas a todos los habitantes. Por último, apareció el anciano, llevando en sus manos un gran plato lleno de manteca, con peces, plantas de totora, carricillos y cortadera, así como un huevo de pato.
Los peces se multiplicaron y las plantas bordearon la laguna. Cuando amaneció, la señora y sus hijos vieron con asombro que el pueblo había desaparecido, y que en su lugar estaba una laguna de aguas azules y sobre ella se levantaba un deslumbrante arco iris, tal como lo había anunciado el mendigo misterioso. Ese mismo día los habitantes de Chachapoyas notaron con asombro también que la laguna del Tapial había desaparecido totalmente, quedando en cambio una extensa llanura cubierta de verde yerba. Durante muchos años la laguna de Pomacochas fue el terror de los nuevos pobladores, descendientes de la única familia sobreviviente y de otras que emigraron de los vecinos pueblos de Gualulo y Tiapollo, tales como los Chicana, los Catpo y los Ocmata.
Para calmar la furia de las aguas y de los seres que en ella habitan, pidieron al cura párroco que bendijera la laguna. El buen sacerdote aceptó gustoso, y entrando en una balsa derramó agua bendita en los «ojos» de la laguna. Después de este acontecimiento nadie se atrevía a navegar en la laguna Pomacochas, hasta que don Vidal Catpo se decidió a desafiar el peligro y la vadeó en una canoa.
Explicación:
Es todo lo que pude resumir espero que te ayude
pero si quieres mas corta te lo dejo abajo
Los peces se multiplicaron y las plantas bordearon la laguna. Cuando amaneció, la señora y sus hijos vieron con asombro que el pueblo había desaparecido, y que en su lugar estaba una laguna de aguas azules y sobre ella se levantaba un deslumbrante arco iris, tal como lo había anunciado el mendigo misterioso. Ese mismo día los habitantes de Chachapoyas notaron con asombro también que la laguna del Tapial había desaparecido totalmente, quedando en cambio una extensa llanura cubierta de verde yerba. Durante muchos años la laguna de Pomacochas fue el terror de los nuevos pobladores, descendientes de la única familia sobreviviente y de otras que emigraron de los vecinos pueblos de Gualulo y Tiapollo, tales como los Chicana, los Catpo y los Ocmata.
Para calmar la furia de las aguas y de los seres que en ella habitan, pidieron al cura párroco que bendijera la laguna. El buen sacerdote aceptó gustoso, y entrando en una balsa derramó agua bendita en los «ojos» de la laguna. Después de este acontecimiento nadie se atrevía a navegar en la laguna Pomacochas, hasta que don Vidal Catpo se decidió a desafiar el peligro y la vadeó en una canoa.