resumen sobre el libro negroide
Respuestas a la pregunta
trata de un señor........................
Explicación:Un señor que venera la memoria de su hijo, que vive de la memoria de su hijo, que no habla sino de su hijo muerto, y que si tal hijo no hubiera muerto trágicamente, él lo habría matado, para llorar por él, para vivir del cuento de sus heroísmos y virtudes: vanidad. Una señora vieja que se dio a los pobres, a «la gota de leche», a los ancianos, a los tísicos, y que si no hubiera pobres, niños hambrientos, ancianos míseros y tísicos, moriría de tristeza.
No escribo para los suramericanos que tienen un metro que les impusieron los frailes españoles; no escribo para los bogotanos, que nada han parido, que rezan como en Europa, legislan como en Europa y que orinan como en Europa.
Contemplando la finalidad remota del continente, no puede el pensador dejar de aprobar a este país tranquilo, de hombres distinguidos apenas por su apego a las formas, abogados coloniales, bonachones que se creen pecadores, maridos caseros que se creen donjuanes, avarientos que se creen generosos Contemplando los hechos desde cierta altura, aprueba el pensador a Caldas, el sabio bogotano-payanés que, llorando, suplicaba que le permitieran clasificar unas plantas, antes de morir por la libertad, mientras que los llaneros eran atravesados y atravesaban a lanzazos.
Aprueba también a Nariño, que durante el apremio guerrero discutía formas de gobierno; a ese buen Nariño, revolucionario de traducciones y de cafés, conspirador del patio de la cocina ¡Son muy simpáticos desde el punto de vista del porvenir suramericano! ¿Qué hacer, qué porvenir, si todos fueran negros Infantes? Desde el punto de vista de un porvenir grancolombiano es interesante Santander, y lo son Florentino González, Azuero, Vargas ¿Y Bogotá? Pues ¡loor a Bogotá, que grita, que es blandengue, que cede y cede! ¿No es justo preguntar, desde este plano en que estamos: para qué una guerra con el Perú? Bogotá está bien.
Nuestros dirigentes políticos e intelectuales no han percibido el hecho antioqueño: un grupo racial de características más definidas que las del judío, hasta el punto de que su suelo es el único en donde no medran los sirios, turcos y genoveses, y que al mismo tiempo ha invadido en cien años casi toda Colombia y aún las repúblicas vecinas, llevando siempre sus cualidades y perdiendo sus defectos; el único grupo racial colombiano que ha continuado la conquista, formando nuevos departamentos, como el de Caldas En fin, el pensador no puede menos de mirar a Antioquia como un porvenir, y más si medita en que allí se ama lo propio, casi no existe la vergüenza y hay literatura regional.
Está llegando el tiempo de la libertad. Desde un punto de vista muy alto hay que aceptar que el individuo tiene un camino, que apareció para perfeccionarse, que este mundo es una escuela disciplinaria, que la sociedad es el medio para la perfección.
La señora se dejaba llevar de aquí para allá, en busca de troncos de árboles, solícita, paciente: ¡si así quisieran a marido e hijos! Me acordé de José Luis Arango, un día en que esperábamos a Juan Evangelista Martínez, profesor nuestro de Derecho Penal, que me dijo que había leído que era preciso mear meditando en que eliminábamos toxinas; que así adquiríamos magnetismo Otra cosa en que pensé fue que el hombre no puede ser libre: si lo es, busca perros para amos El hombre común tiende a la esclavitud.