resumen por capítulos de el Feo. Apartir del 10 hasta el 20
porfis doy coronita y 20 puntos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
—Usted, como rector de esta importante casa de estudios, puede presionar a las autoridades para que
no vayan a dejar libre al tipo que…
—Luciano al que le dicen el Loco no saldrá libre en años, hubo muchos testigos del crimen.
—Qué estupidez —digo con pena—, ¿no le parece? Oscar era un joven entusiasta, de gran potencial; no
debió morir.
¿Cómo se atreve a filosofar
sobre el tema y aún decir que gracias a la muerte de Oscar, un delincuente como Narciso Rizo, el
musculoso descerebrado golpeador del GRE, ha decidido estudiar ortografía? Agacho la cara y aprieto
los párpados. Tengo una herida tan profunda en el alma que me niego a discutir el asunto como si se
tratara de los planes para la próxima ceremonia cívica. Mi jefe se da cuenta.
—Disculpe por abordar esta cuestión con tanta franqueza —me dice—, pero en el sepelio estuve
observando a su familia. Me percaté que son fuertes y saben tomar las tragedias con estoicismo. Los
admiro…
No soporto más.
—Señor rector, perdone mi impaciencia, pero tengo mucho trabajo. ¿Para qué me mandó llamar?
Arqueo las cejas; estoy en ascuas; en este momento los campamentos escolares me interesan tanto como
los gases cósmicos expelidos por la galaxia de Andrómeda. Por otro lado, no tengo fuerzas para
mantenerme a la ofensiva. .
ejecutiva.
La azafata me ofrece una bebida, le pido agua. Saco el legajo de hojas engargoladas que contiene
información del campamento al que me dirijo: material para mentores, lecciones a impartir, descripción
de dinámicas, datos de logística y referencias de mis cuatro pupilos. Al abrirlo, encuentro una pequeña
carta para mí, escrita por el rector de la escuela.
Profesor Pablo:
Espero que le agrade estar en contacto con la naturaleza. El lugar al que se dirige tiene bellos paisajes en medio de un entorno selvático.
Hace apenas un año, la universidad consiguió los permisos para construir cabañas en esa reserva federal y nuestro primer campamento
fue muy exitoso. Espero que éste, segundo, también lo sea. Le parecerá extraño que hayamos elegido como tema central la asignatura
de Personalidad e imagen. De hecho, es obligatoria para todos nuestros alumnos, pero ahora, en vez de llevarla en un
semestre completo, los interesados pueden cursarla en un retiro de dos semanas. Como se imaginará, la opción ha tenido mucha
demanda.
agarran la mayor cantidad de desperdicios plásticos que pueden y salen corriendo. Como no han podido
llevarse todo, tomo el resto y voy detrás de ellos.
Caminamos hacia la parte trasera de la explanada por un largo tramo de tierra. En la hondonada donde
acaba el terreno accesible hay tres bodegas de madera que fungen como vertedero; tienen chapa
automática y están herméticamente cerradas para evitar que los animales las saqueen; huelen a comida
putrefacta; les pregunto a los niños de la selva quiénes y cada cuando recogen esa basura; no me
contestan; ríen y corren de regreso al salón. Vuelvo sofocado.
Los autobuses se han ido. Una hilera de equipaje ha quedado sobre el césped. Dentro del salón se
escuchan pruebas de sonido; los profesores han tomado asiento en las sillas laterales y los alumnos al
centro
líderes y coautores del concepto. Se presentan.
Gabriela es achispada y agraciada. Pide que le digan Gaviota porque es su ave favorita. La observo:
mujer rubia, de edad incierta, (¿alrededor de los treinta?), vestida con pants y tenis como entrenadora de
un equipo deportivo juvenil.
Ésta es la asignación de habitaciones —comienza a mencionar el nombre
de los mentores; pasamos al frente a recibir nuestra lista de pupilos; cuando me entregan la mía, Leoncio
dice en voz baja—. Bienvenido, profesor Pablo; tú sólo te encargarás de cuatro jóvenes —me guiña un
ojo—, ya nos informaron que tu grupo es especial.
—gruño.
—¿Usted busca problemas desde el inicio? A mí me gustaría llevar la fiesta en paz. ¡Yo no duermo con
hombres, mucho menos si apestan!
—Yo preferiría compartir el cuarto con usted, profesor.
No me agrada empezar el retiro dejándome intimidar, pero reconozco que ya estoy intimidado.
Leoncio baja del estrado y llega hasta nosotros.
—¿Algún problema?
—Narciso no quiere respetar la asignación de cuartos.
—Lo siento —dice el líder—, la suya es la única cabaña mixta y el acomodo me lo enviaron desde la
rectoría. Así que no hay cambios. Todo mundo se adapta con la mejor actitud posible. ¡Ánimo! —le da
una fuerte palmada al fortachón en la espalda y regresa al estrado.
Narciso acepta la derrota momentánea, pero veo en sus ojos bravucones un peligroso resentimiento
contenido. Él hará que Leoncio y yo nos arrepintamos de haberlo contradicho.
Explicación: en todo este cuento de la diez a la veibte yo pienso que este es el resumen por que todas las partes son importantes
DAME CORONITA PORFAAAAAAAAAAAAAAAAAAA