resumen del texto proverbios capítulo 1 al 12
Respuestas a la pregunta
Respuesta: solo pude de 9 capitulos , pero espero q te sirva
Explicación:Tales son las sendas de todo el que es dado a la acodicia, la cual quita la vida de sus poseedores.
Él guarda las veredas del juicio y preserva el camino de sus santos.
Te protegerá el conocimiento, para librarte del camino del mal, del hombre que habla perversidades, de los que abandonan las sendas rectas, para andar por caminos tenebrosos, que se alegran haciendo el mal, y se deleitan en las perversidades del mal, cuyas veredas son torcidas, y se extravían en sus caminos. Serás así librado de la mujer ajena, de la aextraña que halaga con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud, y se olvida del convenio de su Dios. De los que a ella se lleguen, ninguno volverá ni alcanzará los senderos de la vida. Hijo mío, no te olvides de mi aley, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de días y años de vida y apaz te aumentarán.
AConfía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia bprudencia.
No rechaces, hijo mío, la adisciplina de Jehová, ni te canses de su corrección, porque Jehová acorrige al que ama, como el bpadre al hijo a quien quiere.
Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas, paz.
Guarda la sana sabiduría y la cordura, y serán vida para tu alma y agracia para tu cuello.
No tendrás temor de pavor repentino ni de la ruina de los malvados cuando llegue, porque Jehová será tu aconfianza y él evitará que tu pie caiga en la trampa. No te niegues a hacer el bien a quien es debido cuando esté en tu mano el hacerlo. No envidies al hombre violento ni escojas ninguno de sus caminos. Porque el perverso es abominación para Jehová, mas su comunión íntima es con los justos.
La amaldición de Jehová está en la casa del malvado, mas él bendice la morada de los justos. AOíd, hijos, la instrucción de un padre, y estad atentos para que conozcáis entendimiento.
Por el camino de la sabiduría te he instruido, y por sendas de rectitud te he guiado.
Guárdalas en medio de tu corazón. Guarda tu corazón con toda diligencia, porque de él mana la vida. Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios.
Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi aentendimiento inclina tu oído, para que guardes discreción, y tus labios conserven el conocimiento.
Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera todas sus veredas. Hijo mío, si has salido afiador por tu amigo, si has bestrechado tu mano con un extraño, te has enlazado con las palabras de tu boca, has quedado atrapado en los dichos de tu boca.
átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello.
No acodicies su hermosura en tu corazón, ni te cautive ella con sus párpados, porque a causa de la ramera el hombre es reducido a un bocado de pan, y la adúltera caza la preciosa alma del hombre.
Corrompe su alma el que tal hace. Porque los acelos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza. Hijo mío, guarda mis palabras, y atesora contigo mis mandamientos.
Y guarda mi ley como a la niña de tus ojos. Átalos a tus dedos, escríbelos en la atabla de tu corazón. Porque mirando yo por la ventana de mi casa, a través de mi celosía, vi entre los ingenuos, distinguí entre los jóvenes a un joven falto de aentendimiento. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro con atavío de aramera y astucia en el corazón.
Ahora pues, hijos, escuchadme y estad atentos a las palabras de mi boca.
No yerres en sus veredas, porque a muchos ha hecho caer heridos, y aun muchos poderosos han sido muertos por ella.
Porque mi boca hablará la averdad, y la impiedad es abominación a mis labios.
Yo, la sabiduría, habito con la prudencia, y hallo el conocimiento y la discreción.
Por mí gobiernan los príncipes y los nobles, todos los jueces de la tierra.
Jehová me poseía en el aprincipio de su camino, antes de sus bobras de tiempo antiguo. Desde la aeternidad fui instituida, desde el principio, antes de la tierra. Antes que los montes fuesen formados, antes que los collados, ya había sido yo engendrada, cuando él aún no había hecho la tierra, ni los campos ni el principio del polvo del mundo.
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del aSanto es bentendimiento.