resumen del problema de la estufa antes y después
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La Organización Mundial de Salud (OMS) estima que
aproximadamente la mitad de la población mundial (tres mil
millones de personas) queman leña, estiércol, carbón y
otros combustibles tradicionales dentro de sus hogares,
para preparar alimentos, calentar agua y para calefacción. En la mayoría de los casos, la mala ventilación y la
combustión ineficiente de estos combustibles genera un
humo gris y espeso que satura el aire, hace insoportable
respirar y llena los ojos de lágrimas. En estas condiciones
es fácil ver las paredes y techos cubiertos de hollín.
La combustión de estos materiales genera una mezcla
peligrosa de cientos de contaminantes principalmente
monóxido de carbono y partículas pequeñas entre los que
también se encuentran óxidos de nitrógeno, benceno,
butadieno, formaldehído, hidrocarburos poliaromáticos y
muchos otros productos químicos nocivos para la salud.
Cuando se usa carbón, en el aire también pueden estar
presentes contaminantes adicionales como el azufre, el
arsénico y el flúor.
Este ambiente letal causa más de 1,5 millones de
defunciones al año, principalmente de niños pequeños y sus
madres, quienes pasan más tiempo en las cocinas. En el
2002, las áreas con más muertes por esta causa fueron
África Subsahariana y Asia Sudoriental, con 396.000 y
483.000 defunciones, respectivamente.
El aire contaminado en el interior de las viviendas crea
problemas respiratorios como EPOC (enfermedades
pulmonares obstructivas crónicas, por ejemplo bronquitis
crónica o enfisema), problemas de irritación en ojos y
cataratas; además, se aumenta el riesgo de neumonía y
otras infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores.
El uso del carbón duplica el riesgo de cáncer de pulmón, en
particular en las mujeres. Por otra parte, algunos estudios
han vinculado la exposición al humo en el interior de las
viviendas con asma, tuberculosis, resultados adversos del
La problemática de la salud, en relación con las cocinas
de leña en áreas rurales a nivel mundial
embarazo, en particular el peso bajo al nacer, cardiopatía
isquémica, enfermedad pulmonar intersticial y cáncer
nasofaríngeo y laríngeo. Se sabe que estas partículas
pueden causar inflamación de las vías respiratorias y los
pulmones, y deteriorar la respuesta inmunitaria.
Exceso de hollín acumulado en techos y paredes
Se estima que a diario, las mujeres y sus hijos pequeños
inhalan cantidades de humo equivalentes al consumo de
dos paquetes de cigarrillos por día.
La problemática expuesta permite argüir que cocinar es una
actividad peligrosa. De hecho, según la OMS, la
contaminación del aire generada al quemar combustibles
sólidos es uno de los diez principales riesgos mundiales de
salud.
El buen estado de salud es crucial, especialmente cuando
los medios de vida de la familia dependen de la salud de
sus miembros. Estar enfermo o tener que cuidar a niños
enfermos como resultado de la exposición al humo en el
interior de las viviendas reduce los ingresos, e implica
gastos adicionales para la atención de salud y la
medicación.
Este es un serio problema de salud pública que recibe poca
atención en la mayoría de los países. El humo de las
cocinas es uno de los principales problemas de salud de las
zonas pobres, junto con la falta de acceso a agua y letrinas
sanitarias.
La condición de pobreza tiene condenada a la mitad de la
población del planeta a depender de métodos de
generación de energía doméstica contaminantes. Todo
este tema está relacionado con la pobreza energética que
fue definida en Gran Bretaña en 1988, y se refiere a los
consumidores que destinan más del 10% de sus ingresos a
pagar las facturas de energía. Esta realidad muestra cómo
gran parte de la población del mundo no tiene acceso a
recursos de combustión menos contaminantes, como el
GLP (gas licuado de petróleo).
Explicación: