Resumen del la tortuga gigante
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La historia de la tortuga gigante de Horacio Quiroga relata acerca de un hombre que vivía en Buenos Aires tenía una vida cómoda pero un día enfermó gravemente y los médicos le recomendaron mudarse al campo para su recuperación este inicialmente se resistió a mudarse pero finalmente decidió mudarse al campo un lugar más
Explicación:
PORFAVOR LA MEJOR RESPUESTA
Respuesta:
Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte, lejos, más lejos que Misiones todavía. El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y tenía apetito. Al ver al hombre el tigre lanzó un rugido es-pantoso y se lanzó de un salto sobre él.
La había llevado arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como una silla, y pesaba como un hombre. El hombre la curaba todos los días, y después le daba golpecitos con la mano sobre el lomo. Pero entonces fue el hombre quien se enfermó. El hombre comprendió que estaba gravemente enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, porque tenía mucha fiebre.
Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a buscar en seguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le llevó al hombre para que comiera, El hombre comía sin darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía delirio con la fiebre y no conocía a nadie. Todas las mañanas, la tortuga recorría el monte buscando raíces cada vez más ricas para darle al hombre y sentía no poder subirse a los árboles para llevarle frutas. Dicho esto, cortó enredaderas finas y fuertes, que son como piolas, acostó con mucho cuidado al hombre encima de su lomo, y lo sujetó bien con las enredaderas para que no se cayese.
Atravesó montes, campos, cruzó a nado ríos de una legua de ancho, y atravesó pantanos en que quedaba casi enterrada, siempre con el hombre moribundo encima. Después de ocho o diez horas de caminar se detenía y deshacía los nudos y acostaba al hombre con mucho cuidado en un lugar donde hubiera pasto bien seco. Iba entonces a buscar agua y raíces tiernas, y le daba al hombre enfermo. Se sentía cada vez más débil, y cerró entonces los ojos para morir junto con el cazador, pensando con tristeza que no había podido salvar al hombre que había sido bueno con ella.
Es un hombre. Y cuando era de madrugada todavía, el director del Jardín Zoológico vio llegar a una tortuga embarrada y sumamente flaca, que traía acostado en su lomo y atado con enredaderas, para que no se cayera, a un hombre que se estaba muriendo.
Explicación: