resumen del capítulo 8 segunda parte del libro Popol vuh
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Salieron de allí y llegaron a una encrucijada de cuatro caminos. -Muy bien, contestó el mosquito. Y en seguida se internó por el camino negro y se fue directamente hacia los muñecos de palo que estaban sentados primero y cubiertos de adornos. -¿Qué es eso, Hun-Camé? ¿Qué es lo que os ha picado? ¿No sabéis quién os ha picado?, dijo el cuarto de los Señores que estaban sentados.
-¿Qué hay, Vucub-Camé? ¿Qué os ha picado?, dijo el quinto sentado. -¡Ay! ¡Ay!, dijo entonces Xiquiripat. -¿Qué es eso, Cuchumaquic?, le dijo Xiquiripat. -¿Qué hay, Ahalpuh?, le dijo Cuchumaquic.
-¿Qué es eso, Chamiabac?, le dijo Ahalcaná. -¿Qué pasa, Chamiaholom?, dijo Chamiabac. -¿Qué sucede?, le dijo Chamiaholom.
-¿Qué es eso, Patán?, le dijeron. -¿Qué pasa, Quicxic?, le dijo Patán. Y de esta manera dijo su nombre cada uno de los que estaban sentados en su rincón. Todos acabaron de decir su nombre cuando los picó un pelo de la pierna de Hunahpú que éste se arrancó.
En realidad, no era un mosquito el que los picó y fue a oír los nombres de todos de parte de Hunahpú e lxbalanqué. Continuaron su camino y llegaron a donde estaban los de Xibalbá. -¡Salud, Hun-Camé! ¡Salud, Vucub-Camé! ¡Salud, Xiquiripat ¡Salud, Cuchumaquic! ¡Salud, Ahalpuh! ¡Salud, Ahalcaná! ¡Salud, Chamiabac! ¡Salud, Chamiaholom! ¡Salud, Quicxic! ¡Salud, Patán! ¡Salud, Quicré! ¡Salud, Quicrixcac!, dijeron llegando ante ellos. -Éste no es asiento para nosotros, es sólo una piedra ardiente, dijeron Hunahpú e Ixbalanqué, y no pudieron vencerlos.