Religión, pregunta formulada por burgoseily2, hace 1 mes

resumen del capitulo 10 del principe y el mendigo pllsssssss rapido ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por normasolanodemorales
3

10. Los apuros del príncipe

Entre tanto, el príncipe era llevado por Juan Canty a Offal Court, pero en el camino, el príncipe no dejaba de admitir su posición y Jaime tomó una leña y trató de pegarle en la cabeza, pero alguien se interpuso para salvar al muchacho y cayó al piso inconsciente.

Al llegar a casa, el padre de Tom se burlaba junto con la abuela de su supuesta demencia y se disponían a darle una tunda cuando la madre de Tom se interpuso y recibió la mayoría de los golpes. Más tarde, todos se durmieron y la madre de Tom no podía sacar de su pensamiento la idea de que aquel muchacho talvez no era su hijo, así que hizo una prueba mientras todos dormían para que su hijo hiciera un gesto con las manos muy usual en él desde pequeño, sin embargo, éste no lo hizo y la madre de Tom continuaba confundida. Tras un largo rato, el príncipe se despertó pensando que había soñado que era mendigo, pero al percatarse de su realidad, entró la angustia y el pesar. De pronto, tocaron a la puerta para advertirle a Jaime Court que se marchara cuanto antes porque el hombre al que había golpeado era el padre Andrés y estaba a punto de morir. La familia Canty salió de Offal Court rápidamente, Juan llevaba al príncipe de la mano para que no escapara y le dijo a la familia que si se llegaban a perder se verían en el puente de Londres. Una vez en la ciudad, dado el festejo del río, había un tumulto de gente. Un barquero se le acercó a Canty con una copa para que brindara a la salud del príncipe de Gales y cuando éste la tomó, no pasó ni un segundo para que Eduardo huyera entre las piernas de la multitud. El príncipe pensó que debía ir al Ayuntamiento para aclarar lo sucedido, denunciar el acto de traición, pues dedujo que Tom Canty había aprovechado deliberadamente aquella ocasión para convertirse en usurpador. Resolvió que concedería a Tom un tiempo prudente para pedir perdón a Dios y arrepentirse, y luego sería ahorcado, arrastrado y descuartizado como era costumbre para los casos de alta traición en aquella época.

Otras preguntas