Historia, pregunta formulada por gaellopez62, hace 6 meses

resumen de una cartilla sobre el crecimiento del ague económico de novohispana entre el siglo 18 ayuda por favor ​

Respuestas a la pregunta

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Respuesta:

8. El auge de la economía novohispana.

 

Te has preguntado cuáles fueron las causas del crecimiento económico de la Nueva España; las siguientes preguntas te ayudarán a conocer más sobre esto. ¿Cuál era la actividad económica que impulsaba la economía novohispana en el siglo XVIII? ¿Por qué creció la población novohispana durante el siglo XVIII? ¿Cómo eran las ciudades novohispanas de aquella época? ¿Cómo clasificarías las actividades económicas de la Nueva España? Anota estas preguntas en tu libreta y responde en base a lo que tú piensas. A lo largo de esta ficha didáctica irás analizando tus respuestas y aprenderás más sobre el crecimiento económico y de las ciudades en la Nueva España.

Crecimiento de la población y florecimiento de las ciudades.

Durante el siglo XVIII, Nueva España producía la plata con la que se movían los mercados del mundo. Una parte de la producción minera era enviada a España, donde se acuñaban las monedas de la Corona, otra a Oriente y otra parte circuló en el territorio novohispano. En Nueva España, la plata dinamizó la producción de otras mercancías y fomentó sectores productivos hasta entonces menores, al mismo tiempo, permitió el crecimiento de la población y propició el florecimiento de las ciudades.

El auge de la economía novohispana se reflejó en el crecimiento de las ciudades. Los centros mineros como Zacatecas, Guanajuato o Taxco se expandieron debido a su función sustantiva, pero también crecieron las ciudades comerciales, como Veracruz, Guadalajara y México, Puebla, Querétaro, Celaya y San Miguel, se especializaron en las manufacturas textiles, lo que les permitió asentar grandes núcleos de ´población.

La Ciudad de México era la más grande de América, con unos 90 mil habitantes a finales del siglo XVI y 113 mil en el siglo XVIII. Funcionaba como centro político y financiero del Virreinato y tenía una intensa actividad comercial que se desarrollaba en la plaza principal de la ciudad. Puebla y Guadalajara también fueron importantes, mientras la primera era sede de la delegación apostólica del papa en Nueva España, la segunda era la sede de la audiencia real de Nueva Galicia y el lugar donde se organizaban expediciones hacia el norte.

Las ricas ciudades mineras como Taxco, Guanajuato o Zacatecas se convirtieron en potentes centros regionales que organizaban la vida cotidiana de las haciendas de pueblos y comunidades de la zona. La catedral de Santa Prisca en Taxco es una muestra de la riqueza de las ciudades mineras.

El crecimiento de las ciudades no hubiera podido darse sin un crecimiento sostenido de la población novohispana durante todo el siglo XVIII. Se calcula que hacia 1810 la población de México era de 6 millones de habitantes.

Desarrollo de redes comerciales internas

La producción de plata vinculó a Nueva España con la economía mundial globalizada que estaba en formación desde el siglo XVI, pero también propició la creación de un mercado interno.

El auge de la producción minera impulso el crecimiento de toda la economía. Creció el trabajo, y con él la población en las ciudades, aumentó la demanda de alimentos y vestidos, entre otros bienes y servicios, en un movimiento cíclico que ocasionó el constante desarrollo del mercado interno regional muy nutrido de productos como frutas, granos y hortalizas. Productos como la plata, textiles y el aguardiente podían comerciarse a mayor escala y al exterior.

El papel económico de la Iglesia y las grandes fortunas mineras y comerciales.

Todas las actividades económicas al final se integran en un sistema que permite el funcionamiento de la sociedad y Nueva España no fue la excepción. La articulación de las actividades económicas puede percibirse con claridad en los vínculos entre las comunidades, el comercio, las personas y en este periodo, sus creencias religiosas.

Las grandes familias criollas del siglo XVIII solían tener entre sus miembros hombres y mujeres de iglesia, comerciantes, vínculos con ricos mineros y funcionarios del gobierno virreinal. Las mujeres solían concretar alianzas, mediante el matrimonio, entre familias que habían desarrollado su fortuna en un sector económico y eran poderosas en el gobierno local, así se construía no solo el prestigio familiar, también las grandes riquezas y las oligarquías (poderes locales que se reparten riquezas entre pocos individuos, que pertenecen a un mismo estrato social) a las que la iglesia dotaba de legitimidad.

Así los hijos de los criollos que se hacían curas vinculaban a sus familias con el poder local de la iglesia y las mujeres que se hacían monjas facilitaban a sus familiares el acceso a los préstamos de capital proporcionados por los conventos femeninos, pues el clero era la principal institución de crédito en aquella época. Las monjas representaban prestigio económico para sus familias, lo que se manifestaba en sus atuendos.

Explicación:Largpo pero sirve uwu


gaellopez62: Gracias TwT me salvaste
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