resumen de los capitulos 7 y 8 del libro isla del tesoro
Respuestas a la pregunta
Capítulo 7
Jim cuenta que, a pesar de los deseos del squire, tiene que pasar un tiempo hasta que puedan embarcar, ya que el doctor Livesey se va a Londres a buscar a alguien que lo reemplace en su trabajo, y el señor Trelawney va a Bristol a buscar embarcación y tripulación. Mientras tanto, el muchacho se queda en la casa del squire, bajo los cuidados de Redruth, su guardabosques. Pasan las semanas y Jim recibe una carta de Trelawney que indica que el barco, La Española, ya está listo para navegar. Le comenta que la gente en Bristol se dispuso muy amablemente a ayudarlo con la expedición. El muchacho, disgustado, comprueba que el squire comentó con todo el pueblo la inminente búsqueda del tesoro. En la carta, Trelawney afirma que contrató a un viejo marinero de una pierna llamado John “el Largo” Silver, que, además, le consiguió una nueva tripulación, muy preparada para la misión. También le sugiere a Jim que vaya a despedir a su madre a la hostería.
El muchacho obedece. Emocionado por el inminente viaje, Jim encuentra la vieja “Almirante Benbow” totalmente reparada y recién pintada. A la hora de partir, se larga a llorar al despedirse de su madre y de la vieja hostería. Al día siguiente, el joven y Redruth viajan a Bristol. Jim está deslumbrado por la cantidad de barcos y marineros, y por el inmenso océano. Inmerso en sus ensoñaciones, se encuentra en la residencia del squire Trelawney, que lo recibe vestido como un oficial naval y le informa que la aventura comenzará al día siguiente.
Capítulo 8
El squire le pide a Jim que le entregue una nota a John Silver, que está en una taberna. Al llegar, el muchacho ve que el establecimiento es limpio y agradable, y si bien teme que “el Largo” sea un bucanero repugnante, se encuentra con un hombre alto y fuerte que charla jovialmente y con calma con los otros comensales. De repente, Jim ve a Perronegro huir del establecimiento, y pide que lo detengan, porque es un cruento pirata. Frente a las palabras del muchacho, Silver se enfurece y exige también que lo atrapen. Envía a uno de su tripulación a buscarlo y promete reportarle a Trelawney el incidente ocurrido.
Camino a la residencia del squire, John le cuenta a Jim apasionantes historias del mar y le explica las diferentes clases de navíos que hay. El muchacho está absolutamente deslumbrado por la compañía de Silver y lo considera el mejor compañero posible para esta aventura. Cuando llegan al lugar, John cuenta lo sucedido con Perronegro; tanto Trelawney como Livesey se lamentan de que el bandido haya escapado, pero coinciden en que no hay mucho más por hacer al respecto. Luego de la partida de Silver, el médico y el squire coinciden en que “el Largo” parece un excelente hombre para la misión.