Resumen de lo más importante del cuento guardianes del mar
Guardianes del mar
Un sábado de sol y mar esmeralda, la familia se preparaba para compartir la merienda en la playa.
—Pueden caminar un rato mientras preparamos todo —dijo el papá.
—Cuídense —dijo la mamá.
Los niños empezaron a caminar por la playa y pronto dejaron atrás los grupos de gente que disfrutaban del sol.
—Aquí hay basura, Pedro. No pises. —Sabrina tomaba en serio su lugar de hermana mayor.
—Hay mucha —observó Pedro—. No tengo por dónde ir. “¡Socorro! ¡Socorro! ¡Salven a Carey!”. Los niños se detuvieron.
—¿Oíste eso?
—Sí, pero no veo a nadie.
“Vamos, Cirujano, ¡fuerza!”. “No puedo, amigo Loro, esto es muy duro”. Estas frases se oían en medio de gritos agudos.
—Vienen del mar —Sabrina miraba hacia el agua—. ¡Allá, Pedro!
¡Hay algo grande en la playa!
Corrieron hacia un bulto grande que brillaba al sol, entre las olas cercanas a la orilla. Era una bella tortuga Carey que trataba de arrastrarse hacia el mar. Un grueso plástico le rodeaba el cuello, y otro las patas. Alrededor, un cardumen se agitaba; mientras un pez Cirujano trataba de romper el plástico. Desesperados, se mezclaban: peces loro, chillos, pargos y muchos otros. Una vieja mantarraya se acercaba.
—¡Allá vamos! ¡No desesperen! —gritó Sabrina.
—¡Aquí estamos! —Pedro ya luchaba con el plástico en una pata. Los peces se detuvieron.
—¿Pueden oírnos?
La anciana mantarraya les dijo: —Mejor que eso. Nos escuchan y se acercan. Hay personas que dañan, pero hay otras que ayudan. Estas
tienen el don de escucharnos.
Los niños arrancaron el plástico del cuello y las patas de la tortuga, que apenas pudo respirar, abrió sus ojos y con voz grave y dulce les
dijo: —Gracias… Gracias, pequeños guardianes del mar.
Y se internó en las aguas entre un remolino de pececitos felices.
—“Guardianes del mar” es un buen nombre – Pedro miró a su hermana. Se entendían con pocas palabras.
—¡Seguro! Vamos a contarles a nuestros amigos. Formaremos un grupo para que ayude a la gente a limpiar y cuidar las playas. Todos pueden tener ese don— dijo Sabrina y sonrió a su hermano. De pronto, Pedro le pareció más grande. Corrieron juntos, mientras gritaban:
¡Mamá! ¡Papá! ¡No saben lo que nos pasó!
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Un sábado de sol y mar esmeralda, la familia se preparaba para compartir la merienda en la playaLos niños empezaron a caminar por la playa y pronto dejaron atrás los grupos de gente que disfrutaban del sol¡Hay algo grande en la playa!
Corrieron hacia un bulto grande que brillaba al sol, entre las olas cercanas a la orilla. Era una bella tortuga Carey que trataba de arrastrarse hacia el mar. Un grueso plástico le rodeaba el cuello, y otro las patas. Alrededor, un cardumen se agitaba; mientras un pez Cirujano trataba de romper el plástico. Desesperados, se mezclaban: peces loro, chillos, pargos y muchos otros. Una vieja mantarraya se acercabaY se internó en las aguas entre un remolino de pececitos felices.
—“Guardianes del mar” es un buen nombre – Pedro miró a su hermana. Se entendían con pocas palabrasTodos pueden tener ese don— dijo Sabrina y sonrió a su hermano. De pronto, Pedro le pareció más grande. Corrieron juntos, mientras gritaban:
¡Mamá! ¡Papá! ¡No saben lo que nos pasó!
Explicación:
Espero Que te Sirva