Castellano, pregunta formulada por jeffcampi12, hace 11 meses

resumen de la obra sólo para fumadores​

Respuestas a la pregunta

Contestado por Kali1901
9

Respuesta:

Después de fumar mi primer cigarrillo. Me sentí tan mal que estaba vomitando toda la tarde, y me juré no repetir la experiencia. Cuando entré a la universidad seguía fumando. Cuando no tenía cigarrillos ni plata para comprarlos, se las robaba a mi hermano. También fumé cigarrillos Inca porque eran los más baratos. Un tío militar, me traía del cuartel, cigarrillos de tropa. No me costaban nada y se fumaban. No sé, si el tabaco es un vicio hereditario, mis tíos eran grandes fumadores. Mi tío paterno George, fumando, murió de cáncer al pulmón. Entretanto mis cuatro tíos maternos, vivieron esclavizados por el tabaco. El fumar se había ido ya enhebrando, con casi todas las ocupaciones de mi vida. Mi viaje en barco a Europa estuvo marcado por el cigarrillo, fumaba apoyado en la borda o en el bar. Era lindo lo reconozco. Los escritores por lo general han sido y son grandes fumadores. Pero es raro que no hayan escrito libros sobre el vicio del cigarrillo. Ya en París mis recursos fueron disminuyendo y no me quedó más remedio que contentarme con el ordinario tabaco francés. Ocurrió que un día no pude ya comprarme mis cigarrillos franceses, y tuve que cometer un acto civil: “vender mis libros”. Sentando en mi cama, encendí un pitillo, y quede mirando mi estante vacío. Mis libros se habían hecho literalmente humo. Después vi a un caballero elegante que encendía un cigarrillo en la calzada, me acerque le dije: ¿sería usted tan amable de invitarme un cigarrillo? El caballero, dio un paso atrás horrorizado y huyó. Yo lloré, silenciosamente, de rabia, de vergüenza, como una mujer cualquiera.

Luego trabajé como recolector de papel de periódico. Era el primer trabajo físico que realicé y uno de los más fatigosos. Me sirvió para pagar cotidianamente, hotel, comida y cigarrillos. Fueron los más éticos que fumé. Conocí a Panchito. Nos hicimos amigos. El me invitó los cigarrillos más largos que había conocido en mi vida, los Pall Mall. A partir de ese día Panchito, yo y los Pall Mall, formamos un trio inseparable. Yo no sabía verdaderamente quien era, y a que se dedicaba, ayudaba a todos era una especie de un mecenas. En el bar se agarró a golpes con un musulmán que intentó abusar de una mujer. Días más tarde Panchito desapareció, sin preaviso. Había sido capturado por la Interpol. Era un delincuente.

Viajé de país en país. Un día en Alemania pedí al fiado una cajetilla de cigarrillos, y la dueña entró en pánico. Pues en ese país, un tipo que pedía algo pagadero para mañana, no era más que un estafador, un delincuente o un desequilibrado dispuesto a asesinar llegado el caso. Me encontré en una situación terrible sin poder fumar y en consecuencia escribir. En muchas ocasiones traté de luchar contra mi dependencia del tabaco, pues su abuso me hacía mas daño. Hasta que me encontraba en Huamanga, como profesor de su universidad, soltero y ganando un buen sueldo, podía surtirme de la cantidad de cigarrillos Camel, que me daría la gana. Entonces un día reunido con mis colegas, en un café, repentinamente me sentí mal. Tenía mareos, dificultad para respirar, sentía punzadas en el corazón. Me di cuenta entonces que eso se debía al cigarrillo. Cogí mis cigarrillos Camel y los arrojé al terreno baldío. Después a la medianoche me desespere por no tener que fumar. Entonces divisé los cigarrillos arrojados y me lance hacia ellos saltando. ¡Allí estaba el paquete! Sentado entre las inmundicias, encendí un pitillo, levanté la cabeza y lancé la primera bocanada de humo hacia el cielo esplendido de Huamanga.


jeffcampi12: un resumen porfa
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