resumen de la obra quien se a llevado mi queso capitulo 6
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La historia narra el día a día de dos ratones, Fisgón y Escurridizo, y dos liliputienses, Kif y Kof. Los cuatro protagonistas pasan sus días corriendo por los pasillos de un laberinto en busca de queso, alimento del que dependen para nutrirse y ser felices. En un momento determinado, encuentran una habitación repleta de queso, por lo que deciden acudir a ella diariamente y alimentarse allí. Pero, como todo, el queso también se acaba.
¿Qué hacen los cuatro personajes cuando esto sucede? Mientras Fisgón y Escurridizo no dudan ni un segundo y salen a la búsqueda de más queso en cualquier otro rincón, Kif y Kof, se bloquean y niegan lo evidente deseando que un día vuelva a aparecer en aquel mismo lugar. Algo que nunca sucederá y que acabará frustrando a los liliputienses.
Tras una larga etapa de desencanto, acaban comprendiendo que deben cambiar de actitud y salir a buscarlo a otro lugar. Finalmente, lo hallan en otra habitación en la que se encuentran con Fisgón y Escurririzo. Estos últimos ya llevan tiempo allí, tranquilos y felices comiendo su queso.
El laberinto de la narración representa aquí el tiempo que cada uno dedica a buscar lo que desea, es decir, el queso.
El laberinto de la narración representa aquí el tiempo que cada uno dedica a buscar lo que desea, es decir, el queso. Puede ser un puesto de trabajo, una relación, dinero, libertad, salud, reconocimiento pero para conseguirlo, hay que ir a por ello.
En un momento de cambio como el actual, esta fábula se puede aplicar a la situación en la que se encuentran muchas personas. Reducciones salariales, despidos o cambios en la forma de trabajar dentro de una empresa son casos comunes. Aunque la moraleja de esta historia se pueda aplicar a muchos ámbitos de la vida, ¿Quién se ha llevado mi queso? está muy enfocado al mundo profesional, intentando ayudar tanto a jefes como empleados para salir adelante y afrontar el cambio de forma positiva. En ocasiones es necesario alejarnos de nuestra zona de confort, donde sabemos lo que podemos encontrar, para mejorar y desarrollarnos.
La vida no es ningún pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasadizos, en el que tenemos que buscar nuestro camino, perdidos y confusos, detenidos, de vez en cuando, por un callejón sin salida. Pero, si tenemos fe, siempre se abre una puerta ante nosotros; quizá no sea la que imaginamos, pero sí será, finalmente, la que demuestre ser buena para nosotros. A. J. Cronin
Explicación:
G. L. E