resumen de La Ilíada segunda parte resumen arto
Respuestas a la pregunta
2.-La Ilíada,
En el Capítulo primero de "La cuestión homérica y la crítica analítica", Francisco Rodríguez Adrados dice de La Odisea: "Puede decirse que es un complemento de la Ilíada" (20). Casi seguidamente, prosigue: "Ilíada y Odisea abren, como queda dicho, toda la literatura griega" (21). Estas dos frases nos serán clave como punto de partida para desarrollar nuestro tema. En cuanto a la primera cita, podemos comenzar suponiendo que no sólo la Odisea, sino que también las tragedias de Esquilo, Sófocles y Eurípides, así como la Eneida, complementan de la misma manera el hilo argumentativo de La Ilíada.
En segundo lugar: ¿qué quiere decir Rodríguez Adrados con "abrir la literatura griega"? Diremos que sería algo erróneo argumentar al respecto que la frase se refiere a la existencia de una primera obra (simbólicamente o arqueológicamente hablando) que sugiere nuevas producciones literarias posteriores. Para ganarse el término "abrir" de Adrados, la importancia de Homero debe ser mucho más grande. Entonces la obra inicial, la Ilíada, tiene que ser, necesariamente, una "summa", un compendio cultural y artístico que nos leva mucho más allá que a una influencia o a un disparador de una literatura determinada. "Abre", precisamente, porque sobrevive, porque instala para siempre el paradigma cultural griego, porque es, como veremos, una arquitectura infinita que parece tener innumerables puertas abiertas para ser complementada. La Ilíada es, por lo menos argumentalmente, un portal inconmensurable que invita a entrar a toda la literatura posterior. Siguiendo este marco, diremos que, más exactamente, Ilíada "abre" a Odisea, y luego a las tragedias, a la Eneida y a todas las obras que hemos visto durante el año, más allá de los autores y de los momentos históricos.
Pero dejemos las apreciaciones generales. Mi intención, como se dijo, es dejar sentado que la complejidad argumental de La Ilíada sugiere espacios, llamados aquí "espacios vacíos", lugares vírgenes y tentadores que autores selectos han ocupado (Esquilo, Sófocles, Eurípides, Virgilio) y ocupan, "complementan", al decir de Adrados. Pero surgirá, desprendido de este tema (La Ilíada como "abridor" de la cultura griega) otro interrogante que nos terminará por definir la dirección de nuestro trabajo: ¿en qué medida los textos post-Ilíada que estudiamos durante el cuatrimestre se remiten, precisamente, a La Ilíada, y en qué medida lo hacen también a las leyendas e historias griegas culturalmente preexistentes a la "Obra Madre" de Homero? Nuestra conclusión, como se esbozó en la Introducción de esta monografía, oscilará entre estas dos opciones.