resumen de la historia de ricardo palma
un resumen del capitulo 4 de tradiciones peruanas de ricardo palma
plis tarea del colegio
Respuestas a la pregunta
I
Por los primeros años del siglo pasado, cerca del portal de los Escribanos, vivía un cartulario llamado don Dimas de la Tijereta, escribano de la Real Audiencia y sin una pizca de fe. Se sabía que era hipócrita, timador y que guardaba un tesoro fruto de sus triquiñuelas. Su alma estaba tan desecha que ni Dios la hubiera reconocido, con ser él quien la creó y ni el diablo ni el ángel de la guarda podrían encontrar en él por donde cogerle el alma. Además que todos los gremios tienen como patrón a un santo que ejerció su oficio; pero los pobrecitos escribanos no tenían en el cielo algún camarada que los defienda.
En breve don Dimas ganó el juicio armado solamente con el Diccionario de la lengua y los jueces ordenaron que sin pérdida de tiempo se regrese a don Dimas a la puerta de su casa. Satanás, como prueba de que se cumplen las leyes en el infierno, permitió que la sentencia se cumpla. Pero, destruido el hechizo, se enteró el escribano que Visitación lo h
Respuesta:
Explicación:
Por los primeros años del siglo pasado, cerca del portal de los Escribanos, vivía un cartulario llamado don Dimas de la Tijereta, escribano de la Real Audiencia y sin una pizca de fe. Se sabía que era hipocri** , timador y que guardaba un tesoro fruto de sus triquiñuelas. Su alma estaba tan desecha que ni Dios la hubiera reconocido, con ser él quien la creó y ni el diab** ni el ángel de la guarda podrían encontrar en él por donde cogerle el alma. Además que todos los gremios tienen como patrón a un santo que ejerció su oficio; pero los pobrecitos escribanos no tenían en el cielo algún camarada que los defienda.
En breve don Dimas ganó el juicio armado solamente con el Diccionario de la lengua y los jueces ordenaron que sin pérdida de tiempo se regrese a don Dimas a la puerta de su casa. Satanás, como prueba de que se cumplen las leyes en el infierno, permitió que la sentencia se cumpla. Pero, destruido el hechizo, se enteró el escribano que Visitación lo había abandonado para encerrarse a un convento.
Satanás, para no perderlo todo, se quedó con la almilla y es fama que desde entonces los escribanos no usan almilla y cualquier viento pequeño produce en ellos una pulmonía de padre y señor mío.