Resumen de la historia de la Virgen de Topará.
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Unos labradores que vivían en la Quebrada de Topará, después de terminar las faenas agrícolas, se dirigían a su domicilio, pero como ya era muy tarde y la noche estaba demasiada oscura, decidieron pernoctar en un sitio abrigado del camino.
Estaban cerca del río y casi en la misma orilla divisaron una choza a la que se acercaron para pedir posada por esa noche. Llamaron a la puerta pero nadie respondió, entonces optaron por ingresar, encontrando al fondo la imagen de una Virgen.
Los campesinos se sorprendieron con este encuentro inesperado, pero como era muy tarde, pasaron la noche en la misma habitación en que estaba la imagen.
Al día siguiente, muy temprano, reanudaron su marcha y fueron a dar la noticia a sus familiares, quienes se mostraron también muy sorprendidos, acordando visitar el lugar donde había aparecido la Virgen. Así lo hicieron y constataron que era cierta la versión de los labriegos. La noticia se expandió rápidamente en toda la Quebrada de Topará y acordaron construirle una capilla en el mismo lugar de la aparición.
Pero, como la mayor parte de los que trabajaban en las haciendas de esta quebrada eran oriundos del distrito de San Pedro de Grocio Prado, optaron por llevarse la imagen a la iglesia de este distrito, para de esta manera tener facilidades de ofrecerle misa. Fueron a traer la imagen que todavía estaba en la choza y con bastante cuidado se dispusieron a transportarlo a San Pedro. Cuando recién la cargaron no pesaba mucho, pero a medida que avanzaban se ponía más y más pesada, razón por la cual demoraron varios días en llegar al lugar de su destino.
Los cargadores pusieron a la Virgen en un altar y los numerosos pobladores sanpedranos que fueron a recibirla, admiraron la imagen. Al día siguiente, la población del distrito se volcó a la iglesia, pero cuando abrieron la puerta comprobaron que la imagen había desaparecido.
Este hecho dejó asombrados a los pobladores y decidieron enviar una comisión para que se entrevistara con el párroco de Chincha Alta y contarle lo que había sucedido. El párroco les manifestó que seguramente la Virgen se encontraba en el lugar de su aparición primitiva y, en efecto, así fue. La Virgen estaba en la humilde choza, en el mismo sitio en que la encontró el campesino.
Esta milagrosa imagen de la Virgen ha sido consagrada por el fervor religioso como la Patrona de la Quebrada de Topará. Se le ha levantado una hermosa capilla a la orilla del río, escasamente a diez metros del abismo que forma su cauce profundo. En época que el agua es escasa, los habitantes de esta zona le imploran con todo fervor que les mande agua para así poder regar sus campos.