resumen de la economia china antes y ahora
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Si en la época maoísta (1948-1976), China era un país con una economía poco desarrollada y basada en la agricultura, en la época actual, ha pasado a ser la segunda potencia económica en términos de PIB; con una economía basada en el desarrollo industrial, en elevadas exportaciones y en elevadas tasas de inversión.
Explicación:
La economía de la República Popular China, más conocida simplemente como China, es la segunda economía más grande del mundo en términos de producto interior bruto nominal. y la mayor economía del mundo en paridad de poder adquisitivo, según el Fondo Monetario Internacional
Hasta haberse consolidado como la segunda mayor potencia del planeta, la evolución de la economía china ha sufrido una serie de transformaciones a lo largo de la Historia desde los primeros contactos con Europa hace dos milenios hasta el vertiginoso crecimiento del último medio siglo. Un largo recorrido que sólo en las últimas décadas ha cambiado una sociedad principalmente rural en un gigante tecnológico y productivo que ya empieza a poner en jaque la hegemonía de EEUU. Desde 1980 y hasta la actualidad, China es el país con el mayor crecimiento económico del mundo con un aumento del 10% anual de promedio.
El inicio de la relación entre la economía China y Occidente
Al margen de la importancia histórica de la Ruta de la Seda -denominada Patrimonio de Humanidad por la Unesco en 2014-, los primeros contactos directos de China con Occidente no aparecieron hasta el siglo XIX. Concretamente, hasta 1866, cuando el país asiático envió a sus primeros embajadores al Viejo Continente. Una diplomacia, de algún modo, forzada por Gran Bretaña tras haberse impuesto en las Guerras del Opio. Sin embargo, aquel momento es considerado como el origen del comercio directo entre Europa y China.
En cualquier caso, las múltiples rebeliones en un país gobernado por la última estirpe de la Dinastía Qing, así como la derrota en la guerra chino-japonesa en 1895, provocaron una profunda crisis de identidad en el país que ni siquiera la extinción del imperialismo y la consecuente proclamación de la República en 1912 pudo resolver. Durante la primera mitad del siglo XX, la sociedad china vivió prácticamente aislada de los sucesos que transformaron Europa, más pendiente de las incesantes revoluciones en el interior y de la larga guerra civil -que se inició en 1927 y que se reanudó tras finalizar la ocupación japonesa en 1945- que de las dos Guerras Mundiales.
Desde 1980 China es el país con el mayor crecimiento económico del mundo con un aumento del 10% anual
Para cuando Mao ascendió al poder en 1949, la flamante República Popular China era fundamentalmente una sociedad agrícola con una tasa de alfabetización del 20%. Y, durante las siguientes tres décadas, las iniciativas del Partido Comunista Chino -como el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural- no lograron equiparar al país con el resto del planeta. Por eso, al período transcurrido entre la muerte del líder en 1976 hasta el ascenso al poder de Deng Xiaoping un lustro más tarde se lo considera como el inicio del cambio político en China y del aperturismo definitivo al mundo.
40 años de crecimiento económico sostenido
Las profundas reformas iniciadas en 1978 incluían la descolectivización de la agricultura, la apertura de China a inversores extranjeros y la concesión de licencias para iniciar empresas privadas. Esta desnacionalización de servicios, unida al fin de la Guerra Fría y el auge del comercio internacional permitieron al país comenzar a registrar ese rápido crecimiento que Mao no había logrado obtener, a pesar de que su economía planificada había aumentado significativamente la formación de los perfiles técnicos que empezaron a sustentar al país durante los 80. La política aperturista, asimismo, disparó el mercado en el exterior, especialmente en el ámbito de las exportaciones.
Por su parte, el consumo que hasta entonces se había regulado y restringido empezó a dinamizar la economía interna del país, logrando activar un sector privado que en 2005 representaba el 70% del PIB. En este sentido, la producción china que ha poblado de artículos ‘Made in China‘ las estanterías de los centro comerciales de todo el mundo desde hace cuatro décadas, comenzó a ser accesible para la población local. Es más, la caída del bloque comunista y la escisión en nuevos Estados que abrazaron inmediatamente el capitalismo, aceleraron durante los 90 la transformación política del país, consciente de que la única manera de crear una economía fuerte era el comercio exterior y la inversión extranjera.
Con una población que en la actualidad ronda los 1.370 millones de habitantes, China se ha transformado desde 1978 en una sociedad menos dependiente de la agricultura, capaz de estar a la vanguardia en sectores clave como el financiero o el tecnológico. Una expansión económica que sólo durante los 90 tuvo ciertas barreras en el exterior, levantadas tras las sanciones de la comunidad internacional por la masacre de Tiananmén de 1989. Sin embargo, aunque en el seno del partido existía una profunda división entre los partidarios de las reformas iniciadas por Xiaoping y quienes apostaban por retornar al modelo comunista más estricto, precisamente el fin de la Guerra Fría terminó por consolidar la nueva dirección.