resumen de la destribuccion equitativo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La norma más aceptada para la delimitación se refiere a la relativa igualdad de los distritos en términos poblacionales. La representación poblacional constituye un principio básico de la democracia, y por tanto, en los países que se utilizan los distritos uninominales, esta regla se traduce en el principio de igualdad de población en los distritos. Los distritos con uniformidad de población son necesarios si los electores pretenden tener igualdad de voz en las elecciones. El grado en el que los países demandan «igualdad» poblacional y otro principio de población que sea empleado para determinar la equidad , difieren de un país a otro.
Aproximadamente la mitad de los países que delimitan distritos utilizan a la «población total», como base poblacional determinar la equidad en las demarcaciones electorales. El grado en que los países requieran equidad de población también varía.
Mínima
Estados Unidos es el único que se ha adherido a la doctrina de la igualdad poblacional. Ningún otro país requiere variaciones tan mínimas como el criterio de «una persona, un voto», impuesto por los tribunales estadounidenses desde comienzos de los años 60. Aunque más tarde, los tribunales aceptaron la legalidad de algunos planes de redistritación que tenían una variación mínima de población posible, ninguno de estos llegó a tener una variación total del uno por ciento.
Media
Macedonia, que emplea un sistema electoral de Representación Proporcional por Listas y cuenta con seis distritos electorales, es quien más se acerca a esta estricta norma, con desviaciones admisibles de alrededor del tres por ciento de la cuota de población. Para cumplir con esto, la comisión australiana debe emplear proyecciones poblacionales, así como datos actuales de población. Hace treinta años, era muy común la creación de distritos rurales con menor población que en los distritos urbanos.
Grande
Armenia, Alemania, y la República Checa no permiten variaciones de población de más de 15 por ciento. Zimbabwe y Papúa Nueva Guinea han fijado la diferencia máxima permitida en 20 por ciento. En Canadá, a las comisiones independientes encargadas de la creación federal de distritos electorales se les permite desviar hasta en un 25% las cuotas provinciales. Esta estipulación fue utilizada para crear cinco de los 295 asientos en la Cámara de los Comunes de Canadá en 1987, dos de los 301 asientos en 1996 y dos de los 308 asientos en 2003.
En 2003, un distrito en Ontario estaba 43.7% debajo del promedio provincial y un distrito en Newfoundland se creó con una población 61.9% debajo de éste. El Reino Unido, por su parte, permite variaciones aún más grandes. La norma original fue establecida en 25% en 1944. Sin embargo, la norma actual requiere que los distritos electorales estén «dentro de más o menos el cinco por ciento de la cuota del Reino Unido» pero esta regla debe ser equilibrada con otros factores como los límites locales y las consideraciones geográficas especiales.
Conclusión
El grado en el que un país se adhiere estrictamente al principio de igualdad poblacional está relacionado con el significado implícito de la igualdad política individual. Estados Unidos está muy comprometido con los derechos individuales, y por tanto, no resulta sorprendente que haya desarrollado los estándares de variación más estrictos que cualquier otro país con distritos uninominales. En muchos países africanos, la necesidad de conservar tribus intactas en un solo distrito electoral, también puede preceder al principio de igualdad de la població