Religión, pregunta formulada por XxTATIANITAxX, hace 20 horas

resumen de josue capitulo 14 por fa y una reflexion

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Contestado por mariobartolome
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Respuesta:

Josué 14

1 Esto, pues, es lo que los hijos de Israel recibieron como heredad en la tierra de Canaán, lo que les repartieron el sacerdote Eleazar, Josué hijo de Nun, y los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel.

2 Por suertes se les dio su heredad, como Jehová había mandado a Moisés que se diera a las nueve tribus y a la media tribu.

3 Porque a las dos tribus y a la media tribu les había dado Moisés su heredad al otro lado del Jordán, pero a los levitas no les dio ninguna heredad entre ellos.

4 Pues los hijos de José fueron dos tribus, Manasés y Efraín, y no dieron parte a los levitas en la tierra, sino ciudades en que habitaran, con sus ejidos para el ganado y los rebaños.

5 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel en el reparto de la tierra.

6 Los hijos de Judá fueron a donde estaba Josué en Gilgal, y Caleb hijo de Jefone, el cenezeo, le dijo: «Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, el varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a nosotros dos.

7 Yo tenía cuarenta años de edad cuando Moisés, siervo de Jehová, me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra, y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.

8 Mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo, pero yo me mantuve fiel a Jehová, mi Dios.

9 Entonces Moisés juró diciendo: “Ciertamente la tierra que pisó tu pie será para ti y para tus hijos como herencia perpetua, por cuanto te mantuviste fiel a Jehová, mi Dios”.

10 Pues bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová dijo estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto, y ahora tengo ochenta y cinco años de edad.

11 Todavía estoy tan fuerte como el día en que Moisés me envió. Cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para combatir, para salir y para entrar.

12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día. Tú mismo oíste entonces que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Si Jehová está conmigo, los expulsaré, como Jehová ha dicho».

13 Josué entonces lo bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón como heredad.

14 Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb hijo de Jefone, el cenezeo, hasta hoy, por cuanto se había mantenido fiel a Jehová, Dios de Israel.

15 Pero el nombre de Hebrón era antes Quiriat-arba, porque Arba fue un hombre grande entre los anaceos. Y la tierra descansó de la guerra.

1-5.Los israelitas deben ocupar las nuevas conquistas. Canaán habría sido sometida en vano si no hubiera sido habitada. Pero no todo hombre puede ir e instalarse donde le plazca. Dios elige nuestra herencia por nosotros. Revisemos nuestra herencia de misericordia actual, nuestra perspectiva de la tierra prometida, eterna en los cielos. ¿Dios hace acepción de personas? ¿No es mejor que nuestro lugar, en cuanto a bien o tristeza terrenal, sea determinado por la infinita sabiduría de nuestro Padre celestial y no por nuestra propia ignorancia? ¿No debieran aquellos para quienes fue revelado el gran misterio de la piedad, aquellos cuya redención fue comprada por Jesucristo, con gratitud atribuir sus intereses terrenales a su designación?

Vv. 6-15.El pedido de Caleb es, “dame este monte”o Hebrón, porque estaba anteriormente en la promesa de Dios para él, y haría saber a Israel cuánto valoraba la promesa. Los que viven por fe valoran lo dado por promesa de Dios mucho más que lo dado solamente por su providencia. Ahora eso era posesión de los anaceos y Caleb dejaría que Israel supiera cuán poco temía al enemigo, y que los animaría a seguir adelante con sus conquistas. Caleb respondía a su nombre, que significa “todo corazón”. Hebrón fue dada a Caleb y a sus herederos, porque él siguió completamente al Señor Dios de Israel. Felices somos si lo seguimos. La piedad extraordinaria será coronada con favor extraordinario.

reflexión

Así es como Dios quiere que seamos en nuestra vida espiritual a medida que avanzamos en años: envejeciendo, pero nunca más débiles en Jesús. b. Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí: De hecho, Caleb quiere la pelea.

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