resumen de el rio desaguadero camino misterioso , leyendas de mi tierra
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Allá, por los tiempos en que Tihuanacu era una inmensa ciudad llena de palacios, templos y jardines, ocurrió lo que os voy a contar.
Abundaba tanto la riqueza que no había pobres y nadie se acordaba de practicar la caridad. La vida era una continua alegría y como no había penas ni dolo-res que mitigar, a todos se les había endurecido el corazón. La dicha constante que rodeaba por doquier a los tiahuanacotas les había perfeccionado los sentidos para el placer, pero les había cerrado los ojos del alma dejándolos sin poder distinguir el bien del mal. Ya nadie se acordaba siquiera de los sabios preceptos de su dios, el gran Pachacamáj.
Y mientras el pueblo egoísta y corrompido se entregaba al desenfreno del placer, los dioses tutelares de la raza, desde su trono de nieves eternas del Illimani, contemplaban el espectáculo de su ciudad predilecta, extendida allá abajo, en fas llanuras, con su puerto y sus muelles de piedra besados por las aguas del lago Wiñaymarca.
El gran Pachacamáj, en su sillón de nubes y teniendo por respaldo un arco iris, miraba la gran ciudad que fundaron sus hijos. Pero, ya no sonreía satisfecho de su obra como otras veces. Un profundo pesar empañaba su divino rostro. Se sentía abandonado de sus criaturas a quienes, en su in-mensa generosidad, había colmado de tantos dones. Parecía sentir remordimiento por haber sido tan bueno con esos hombres malos y egoístas.
Explicación:
espero que te sirva de algo