Resumen de coronación del emperador de turbide
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El 21 de julio de 1822 tuvo lugar la coronación del emperador Agustín de Iturbide, en una ceremonia original por su novedad y por el carácter constitucional del monarca. ... En fin, los redactores del ceremonial dieron también una importante visibilidad al Congreso, representante de la soberanía nacional.
Explicación:
Respuesta:La noche del 18 de mayo de 1822, Agustín de Iturbide fue proclamado emperador por una facción del ejército al que se había incorporado el regimiento de Celaya. De éste provenía un sargento, Pío Marchá, quien —según Lucas Alamán— hizo tomar las armas a la tropa declarando el nombre de Agustín I en medio del estruendo de las salvas de artillería de todos los cuarteles, de la movilización de la gente de los barrios, y de los repiques de las campanas de catedral. Pasaron primero por su casa —conocida como el palacio de Moncada, asunto del que muestro una bella imagen que desde ese tiempo intentó recrear la escena como una prueba de legitimidad del hecho— a gritarle vivas, y concluyeron en la noche en el teatro, donde se interrumpió la función para que su ayudante, el coronel Rivero, comunicara la proclamación en medio del aplauso de los concurrentes. Como por arte de magia, hacia las diez de la noche "estallaron las dianas, los repiques, los balazos, las salvas de cañón, los gritos de los léperos". Un grupo de generales iturbidistas formó un memorial para el Congreso anunciándole a éste la proclamación.
A la mañana siguiente, reunidos desde muy temprano, los diputados invitaron a Iturbide, quien se presentó en la sesión a las diez de la mañana junto con sus fieles, que entraron gritando vivas al emperador y mueras a los traidores. Al fin de un acalorado debate, 67 diputados contra 15 lo eligieron emperador constitucional. Dos días después, el 21 de mayo, Iturbide aludiendo a que por nombramiento del Congreso era emperador de "Méjico", juró ante ellos invocando a Dios y los santos evangelios que defendería la religión católica; que en todo lo que hiciere no vería sino por el bien y el provecho de la nación; que se subordinaba a los decretos del Congreso para exigir cantidad alguna de frutos, dinero u otra cosa; que no iba a tomarle a nadie sus propiedades y que iba a respetar la libertad política de la nación y la de cada individuo. Asentó al final que, si hiciere lo contrario a lo que había jurado, no debía ser obedecido.
El 17 de junio, el reverente "Agustín, por la Divina Providencia y por el Congreso de la Nación primer emperador constitucional de México", decidió que en todas las iglesias seculares y regulares del imperio se hicieran rogativas públicas por tres días en los que no habría ninguna diversión ni espectáculo profano. A propósito, explicó en su decreto, que lo hacía así porque estaba convencido de la necesidad "de recurrir al cielo", para que el Todopoderoso le prestara los auxilios y luces "para gobernar felizmente los pueblos que su Providencia se ha dignado confiar a mi cuidado". Era urgente entonces proceder a la coronación, por lo que todo fue preparado para que, el 21 de julio de ese año de 1822, Agustín I fuera entronizado en una larga ceremonia que tuvo lugar en la Catedral Metropolitana.
Para la coronación, una comisión de los diputados elaboró un detallado proyecto de ceremonia de 63 artículos, que debía ser cumplido paso a paso y que fue íntegramente copiado de los rituales de la corte española —y que se adaptó también al ritual romano traducido por el provincial de los dominicos Luis Carrasco— con la salvedad de que ahora, en vez de "vasallos", los habitantes se nombraron "súbditos", con la aclaración de que en todos los sitios donde se mencionaba la monarquía absoluta fue sustituida por la palabra "constitucional", con la presencia del presidente del Congreso como el depositario de la corona en la testa de Iturbide, y entre otras cosas, con la supresión de los tres días de ayuno que precedían a toda coronación. En el ceremonial de la corte de Iturbide, se estipulaba el lugar que ocuparía cada uno de los que formarían parte del espectáculo, que si bien no fue definido como tal por sus organizadores, si consideraron al lugar donde se realizaría —la catedral— el "teatro de la augusta función", al que dejaron entrar a la gente del pueblo el día anterior para que viera los decorados.
La plaza de armas fue toda revestida con pinturas que mostraban alegorías del "voto nacional" y con retratos de Su Majestad y le pusieron gradas para que el público viera la marcha —que se hizo bajo la vela del Corpus desde las nueve en punto de la mañana con las Calles previamente adornadas—, la entrada al santo recinto y la salida de la corte, incluido su monarca coronado.
Explicación:
perdon si esta largo