resumen de 500 palabras de el relato de Isaac Asimov : profesión si es rápido me será mas fácil , (DOY 20 PTOS)
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La figura de Isaac Asimov entraña una curiosa paradoja. Fue nombrado Gran Maestro de la ciencia-ficción en 1997 y tendría muchas posibilidades de ser el autor de ese género más famoso y leído del siglo XX. Y, sin embargo y al mismo tiempo, resulta muy fácil infravalorar a Isaac Asimov como escritor: su prosa plana y seca, personajes con escasa caracterización, poca capacidad para evocar imágenes visuales de los entornos en los que transcurren sus relatos... Todo ello tiende a despistar al lector crítico, ocultándole sus fortalezas. Ni siquiera los comentaristas más favorables han sido capaces de argumentar suficientemente su importancia en la historia de la ciencia-ficción, limitándose a menudo a mencionar su talento para ofrecer argumentos originales y capacidad como divulgador científico.
Ello es debido en buena medida al peso que durante los años sesenta y setenta adquirió una nueva generación de críticos y escritores que reaccionaron contra el estilo propio de la Edad de Oro, más preocupado —en general— por hacer avanzar las historias a buen ritmo y limitarse a entretener sin adentrarse en temas de cierta profundidad intelectual.
Y, con todo, Asimov sigue reeditándose una y otra vez y sus obras apareciendo en las listas de libros más queridos por los aficionados setenta y cinco años después de su primera publicación.
Nacido en Petrovichi en 1920, Isaac Asimov emigró con sus padres a Estados Unidos siendo aún muy pequeño. En 1923, los Asimov llegaron a Nueva York, ciudad en la que, a causa de su miedo a los aviones y con excepción de dos décadas de residencia en Boston como docente, pasó toda su vida el escritor. Su padre abrió un pequeño kiosko en Brooklyn en el que, entre otras cosas, vendía las revistas pulp de la época. Aquel negocio no sólo salvó a la familia de las penurias de la Gran Depresión, sino que le abrió al joven Isaac la puerta a su futuro.
Aquellas revistas de llamativas portadas y relatos pletóricos de aventura, particularmente las especializadas en ciencia-ficción fascinaron inmensamente a Asimov. Los cuentos que contenían marcaron de una forma u otra su infancia literaria e influyeron en su posterior carrera . Su entusiasmo le llevó a involucrarse más profundamente en el objeto de su pasión, primero mandando cartas a la sección de correos de los aficionados de esas publicaciones y luego escribiendo él mismo sus propios relatos.
Su padre no aprobaba las lecturas de su hijo —consideraba esas revistas literatura de ínfima calidad y el muchacho tenía que leerlas a escondidas—, pero sí le apoyó sin reservas cuando empezó a escribir. Permitió que asistiera a las reuniones de los Futurianos, un grupo de aficionados pioneros entre los cuales se encontraban otros futuros escritores igualmente jóvenes entonces, como Frederik Pohl o Cyril Kornbluth. Por fin, con 19 años, se decidió a entregar en persona su primer relato al editor de la mejor revista del momento, Astounding Science Fiction: Joseph W. Campbell.«