resumen de 20 mil leguas de viaje submarino capitulo 12
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La historia comienza con una expedición a bordo de un buque de la marina de guerra estadounidense: el Abraham Lincoln, al mando del almirante Farragut, que busca dar caza a un extraño cetáceo, con un largo y filoso cuerno en el hocico (luego se demuestra que el animal es un narval), que había ocasionado daños a diversas embarcaciones. Durante la expedición, los protagonistas se ven lanzados por la borda del buque como resultado de una embestida del animal. El profesor Aronnax y su acompañante Conseil son rescatados por el arponero canadiense Ned Land que también cayó al agua con ellos, después del impacto de la criatura, y los tres logran llegar a nado a un lugar seguro. Una vez a salvo, descubren que no se encuentran realmente en una isla, sino sobre una estructura metálica: un submarino a flote a cuyo interior acceden por una compuerta, llevados por ocho enmascarados.
En el interior del misterioso artefacto conocen al Capitán Nemo, personaje desgraciado y brillante, con un oscuro pasado y de grandes aptitudes científicas y artísticas. Éste les muestra toda la nave, el Nautilus, y les da notables explicaciones sobre su ingeniería. El capitán les informa de que, al haber conocido su existencia, no puede dejarlos volver a la superficie.
A lo largo del viaje, les son revelados muchos secretos, y recorren diversos lugares, entre los que se menciona la mítica Atlántida, las islas de la Polinesia, el Mar Rojo, las costas del Lejano Oriente, el Mediterráneo, etc. A través de su personaje Aronnax, Julio Verne señala varios posibles inventos: escafandras autónomas de buceo, fusiles de balas eléctricas, máquinas para producir aire respirable, etc.
Un rasgo que hace muy interesante a la novela es la minuciosa descripción de los paisajes submarinos que se visitan, así como la casi enciclopédica descripción de una infinidad de seres marinos.
Se da asimismo una minuciosa descripción de las percepciones y las intenciones de los personajes a lo largo de la historia. Queda claro, por ejemplo, que el arponero Ned Land es partidario de escapar.
Tras una larga derrota y tras varios acontecimientos relativos a la vida a bordo del Nautilus, en el transcurso de los cuales éste es perseguido y atacado varias veces por buques de guerra, el capitán Nemo, presa de una fuerte depresión, se aísla de sus «invitados».
En los capítulos finales, los aislados prisioneros deciden escapar de manera definitiva. Este intento de escape coincide con momentos de mucha agitación en la nave durante los que se oye a los tripulantes repetir la palabra Maelstrom. Tiene lugar el escape de una manera forzada, y pierden la conciencia durante él. Al final, se hallan sanos y salvos en las costas de Noruega, donde son rescatados.
Explicación:
corona porfa
Respuesta: Señor, dijo el capitán Nemo mostrándome los instrumentos suspendidos en las paredes de su cuarto, éstos son los aparatos que requiere la navegación del Nautilus. Aquí, como en el salón, los tengo siempre a la vista y me indican nuestra situación y rumbo exactos en medio del océano. Algunos los conoce usted, como el termómetro, que marca la temperatura interior del Nauti1us; el barómetro, que mide la presión atmosférica y anuncia las variaciones del tiempo; el higrómetro, que señala el grado de sequedad de la atmósfera; el stormglass, cuya mezcla al descomponerse anuncia la proximidad de las tormentas; la brújula que me guía; el sextante, que por la altura del sol me da a conocer la latitud; los cronómetros, que indican la longitud, y, por fin, los catalejos de día y de noche, con los que puedo explorar los puntos del horizonte cuando el Nautilus sube a la superficie del mar.
Es un manómetro, en efecto. Puesto en comunicación con el agua indica la presión exterior y con ello la profundidad en que se mantiene mi aparato.
-¿Y estas sondas de nueva especie?
-Son sondas termométricas para conocer la temperatura de las diversas capas de agua.
-¿Y estos otros instrumentos cuyo empleo no adivino?
-Aquí, señor profesor, he de darle algunas explicaciones, dijo el capitán Nemo. Dígnese, pues, escucharme.
Guardó silencio durante un instante, luego dijo: -Existe un agente poderoso, sumiso, rápido, fácil, que se presta a todo uso y reina como amo a bordo de mi nave. Todo se hace por medio de él. Me ilumina, me provee de calor, es el alma de mis aparatos mecánicos. Ese agente es la electricidad.
-¡La electricidad!, exclamé sorprendido.
-Sí, señor.
-Sin embargo, logra usted tal rapidez de movimientos que no condice con el poder de la electricidad. Hasta ahora, su potencia dinámica es muy restringida y no ha podido producir sino muy poca fuerza.
-Señor profesor, respondió el capitán Nemo, mi electricidad no es la de todo el mundo, y esto es todo lo que me permitirá usted q