resumen capitulo 26 Oliver twist?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Mientras el Sr. Bumble y la Sra. Corney, directora del hospicio, coquetean aparece una anciana para avisar a la directora que la vieja Sara se muere pero que no quiere hacerlo sin antes comunicarle algo. La Sra. Corney va a verla y antes de morir le cuenta arrepentida que hace tiempo le robó a la madre de Oliver en su lecho de muerte una alhaja de oro que ella traía en el pecho.
Un cómplice de Sikes llega a casa de Fagin y le cuenta como tuvieron que dejar a Oliver en una zanja, no se sabe si vivo o muerto, porque venían pisándoles los talones y luego se separaron. «¡Cada uno tiene que mirar por sí mismo cuando se trata de la horca!» El judío corre a la taberna «Los tullidos» que frecuenta Sikes y pregunta si saben algo de él. La respuesta es negativa. También pregunta de forma muy misteriosa por un tal Monks y le contestan que al rato debe aparecer por allí. Va a casa de Sikes a interrogar a Anita y cerciorarse de que nada sabe y luego regresa a su casa donde es interceptado por el tal Monks. Suben a la casa y discuten acaloradamente, el tema no es otro que Oliver Twist. Monks le reprocha al judío todo lo que ha pasado y su ineptitud para convertir a Oliver rápidamente en un raterillo, para que así lo atraparan pronto y fuera deportado del reino lo antes posible. De pronto Monks cree ver en la pared la sombra de una mujer que los espía. Fagin lo tranquiliza y se despiden.
Mientras tanto el Sr. Bumble y la Sra. Corney se prometen en matrimonio. Bumble va a la casa de pompas fúnebres y encuentra al ayudante Noé Claypole y a la sirvienta Carlota comiendo ostras y coqueteando. Por supuesto el alguacil pone el grito en el cielo y opina que se están perdiendo las buenas costumbres.
En el momento en que los ladrones abandonaron a Oliver en la zanja, sus perseguidores, los criados, tras una conversación en la que se cercioran de que todos están igualmente asustados, deciden regresar a la casa. Oliver despierta herido y débil, camina entre los campos cruzando cercas hasta que divisa una casa. Al llegar se da cuenta de que es la misma casa que habían intentado robar. Piensa en huir y al darse cuenta de que es absurdo llama a la puerta. Los sirvientes abren y se dan cuenta de que es uno de los ladrones. Las señoras de la casa ordenan que lo lleven a una habitación y vayan al pueblo a traer un alguacil y un médico.
Llega el Dr. Losberne que después de cerciorarse de que las damas están bien sube a ver al herido. Este parece estar recuperándose y cuando la Sra. Maylie y Rosa lo ven no pueden creer que este sea uno de los ladrones. Rosa le hace prometer a su tía que abogará en su favor y que no entregará al niño hasta que se demuestre su culpabilidad. Cuando Oliver se repone les narra todas sus penurias. El Dr. Losberne baja a preguntarle a los criados en presencia del alguacil si están seguros de que ese niño angelical es uno de los ladrones. En ese momento llaman a la puerta, es la policía que al parecer también fue avisada por los sirvientes.
Después de husmear un rato y tomar unos tragos los policías suben a ver a Oliver. Losberne inventa una excusa para la herida, le quita las balas a la pistola del criado y finalmente todos acaban por convencerse de la inocencia del muchacho. Bajo los cuidados de las damas y el doctor el niño se restablece pronto.