Musica, pregunta formulada por Usuario anónimo, hace 9 meses

resumen capitulo 11 libro valor de elegir fernando savater

Respuestas a la pregunta

Contestado por StacyTrejo
8

Respuesta:

LIBRO:    EL VALOR DE ELEGIR.

CAPÍTULO XI: ELEGIR LA HUMANIDAD.

Si buscamos en el diccionario la palabra “humanidad” vemos que hace referencia a la “naturaleza humana” o el “género humano".

Lo cierto es que a lo largo de la historia se ha apelado mucho al término como mecanismo legítimo de establecer normas. En otras ocasiones, se ha utilizado como valor revestido de la dignidad atribuida a todo ser humano y que remite a la valoración de un principio que añoramos, en el sentido de que la humanidad tapiza de respeto a los de nuestra especie.

Sin embargo, desde finales del siglo XX se puede decir que es un concepto en crisis. Su excesiva valoración puede llevar a un abusivo “antropocentrismo”. Asimismo, se suele concebir el término como referente a una naturaleza contraria a otra que se rechaza por ser “artificialmente perfecta”, por ejemplo, en la comparación de la naturaleza humana y la “artificial” de los autómatas.

En definitiva, el antropocentrismo ante las máquinas puede resultar absurdo, pero frente al resto de las especies es altivo, desdeñoso. Los ecologistas más radicales, definen al hombre como la peor amenaza contra el resto de las especies, su entorno y él mismo. Por eso, no somos más que seres naturales con capacidad para ocupar todos los ecosistemas y aprovecharnos a costa de ellos.

En el polo opuesto, los ingenieros genéticos rechazan a los que ponen trabas a sus descubrimientos y métodos echando mano a la humanidad, cuando presentan teorías como la mayor eficacia del método “in Vitro” o la selección prenatal.

Algunos detractores del término lo relacionan con el pasado, con lo que “antes” fue considerado humano o con respecto a algún tipo de tradición. Por ejemplo, suele considerarse natural, como decía Plinio, “lo que responde al método tradicional”. Si esto es extrapolado a humano nos encontramos en un prejuicio susceptible de rechazo. Pero si esto fuese cierto deberían considerarse propias de la humanidad muchas situaciones que actualmente rechazamos socialmente como la esclavitud o la inferioridad de la mujer.

Para limpiarla de cualquier fondo tradicional, algunos autores socavan la noción clásica de naturaleza humana afirmando que determinadas conductas son “naturalmente humanas”. Pero, tal afirmación lleva a pensar que aquellos individuos incapaces o que no se atuviesen a estas pautas de comportamiento quedarían fuera de lo humano, en lo inhumano.

Sin embargo, es ilógico pensar que nuestra vida simbólica responde a un programa genéticamente determinado; ninguna pasión o emoción humana responden a programa alguno: la naturaleza nos determina a ser humanos, pero nos permite serlo a nuestro modo…

Muchas veces, nuestra condición nos lleva a plantearnos “qué somos”. El “qué somos” es una pregunta filosófica que nos permite llegar al “quién somos”: si no lo permitiese, el legado de la segunda pregunta no tendría sentido para nosotros. Si nos quedamos en “qué somos” nos definimos como especie biológica en la que no cabe la posibilidad de la vida simbólica frente a la instintiva, a la que se vence o modula a través de la acción técnica y social.

Lo que nos humaniza o nos singulariza como especie es la “universalidad simbólica de nuestra condición”, es decir, la capacidad que tenemos de compartir los humanos de vivir una vida más allá del instinto por nuestra condición individual. Sin ello, proyectos como los derechos humanos no son sostenibles sino se adscriben a esa humanidad.

“Elegir lo humano es optar por un proyecto de autolimitación en lo tocante a cuanto podemos hacer, de simpatía solidaria ante el sufrimiento de los semejantes y de respeto ante la dimensión inmanejable que lo humano debe conservar para lo humano”, asegura Savater.

Sentirse humano es planear un rumbo y seguir una meta, la acción humana, como ya se dijo antes, es diferencial por su intencionalidad. Ser humano invita a la autolimitación; la técnica no debe considerarse un ideal sin posibilidad de parada, sino una herramienta de beneficio a todos, debe estar al servicio de nuestros valores y nunca comprometerlos. El respeto y empatía a los demás invita a mitigar el sufrimiento y no a acrecentarlo voluntariamente. Y ello no sólo es extensible a humanos, es necesariamente ampliable a otros seres con capacidad de sentir dolor.

El humano no debe primar la evolución de la técnica por encima de su libertad de elección; es necesario que lo humano reconozca a lo humano, por su parte natural y simbólica, sin desvalorizarlo en ningún momento y que su progreso no acabe distinguiéndolos en creadores y creados. Según Savater, “tal es proyecto que hoy elige la apuesta por la humanidad”.

∵∴ Espero haberte ayudado :) ∴∵

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