Resulta interesante constatar que algunos de los políticos de esta parte de América se ilustraron más en la fragmentación de la soberanía que
en la constitución de la Junta Central y las ventajas de un gobierno único. Sin duda, las opiniones de Miguel de Pombo eran compartidas por
muchos neogranadinos, y ayudan a comprender sus razonamientos políticos. Según el abogado payanés, mientras que las provincias
españolas tuvieron sus juntas particulares, la Península fue inconquistable. Al erigirse en soberana de la nación, por un “abuso escandaloso
de poder y de la confianza de los pueblos”, la Junta Central había sido la causa de las grandes derrotas militares que habían provocado la
conquista de España. Similares enseñanzas se sacaban también de la historia reciente de Francia: la decisión de crear una república “única é
indivisible”, en lugar de una federación de provincias independientes, había sido el origen de la tiranía napoleónica y de sus innumerables
guerras.
Los líderes políticos neogranadinos, fieles a su lectura de la historia reciente europea crearon, pues, gobiernos provinciales a imagen de los
peninsulares. Las relaciones entre las diferentes soberanías resultantes se inspiraron también, muy probablemente, de las que habían
establecido entre sí las juntas insurreccionales de 1808. Como éstas, los gobiernos neogranadinos entablaron correspondencia oficial, se
enviaron representantes con el título diputados-comisionados y firmaron tratados de alianza. Siguiendo también ejemplos como el de Asturias,
Galicia, y Sevilla, las juntas y Estados neogranadinos despacharon, en ocasiones, agentes a las naciones extranjeras. No obstante, las grandes
similitudes señaladas, hay también diferencias notables entre los dos procesos. En el Nuevo Reino la ausencia de una guerra de gran intensidad
y la falta de una presión exterior como la ejercida por la Gran Bretaña para la creación de la Junta Central, impidieron la pronta unificación del
gobierno. En ese sentido, lo sucedido en el antiguo virreinato ilumina de un modo inesperado el fenómeno efímero de la fragmentación de la
soberanía en la Península. En efecto, la prolongación de la vacatio regis unida a la preservación de las juntas provinciales, llevó a éstas últimas
a transformarse en Estados soberanos, dotándose de constituciones y división de poderes. Sin embargo, la adopción de formas de gobierno
permanentes no significó un cambio mayúsculo en las relaciones entre las provincias, al menos en el sentido en que éstas seguían siendo,
como antes, relaciones entre gobiernos soberanos. El proceso de reinvención estatal comenzado en 1808 y truncado en la Península por la
guerra contra el invasor y la necesidad de los auxilios ingleses, encontró de este modo una serie de réplicas en América dos años más tarde.
Tal vez ninguna de ellas sea de tanta intensidad como la del Nuevo Reino, donde el territorio se dividió en gobiernos efectivamente autónomos
durante cinco años.
3. Explicar la expresión reinvención estatal en el contexto de la lectura
Respuestas a la pregunta
Contestado por
1
Respuesta:
Suerte suerte
Si no tienes suerte pues nose
Luisa737UwUh:
gracias ksks
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