Religión, pregunta formulada por israelcruz0607, hace 1 mes

respuesta cristiana ante la guerra


SrdonMarxhs187: Como xde
SrdonMarxhs187: No entender
Gabrielff20212: pon la foto

Respuestas a la pregunta

Contestado por aliasuap23
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Respuesta:

¿QUÉ HACER CON LAS GUERRAS?: UNA RESPUESTA CRISTIANA ANTE LA SOCIEDAD GLOBAL

No han sido pocas las ocasiones en que una guerra -entre países o al interior de un país- ha terminado por despertar la opinión y, a veces, la acción cristiana. Pero, con todo, la selección y grado de interés que un conflicto pueda tener para los creyentes, a veces ha dependido de elementos menos significativos que de una reflexión teológica sobre la guerra en un sentido amplio. Al contrario, en su parcialidad, los cristianos evangélicos suelen ser proclives, por ejemplo, a juzgar y darle más atención a lo que pueda ocurrir en Oriente Próximo, por sobre un conflicto situado en cualquier otra parte del mundo.

Sin ir más lejos, recientemente vimos un estallido de preocupación ante el ataque conjunto entre Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra Siria y, sin embargo, un desinterés inverosímil en otras guerras, por ejemplo las civiles que tienen lugar en países africanos como Sudán del Sur o Somalía. Qué decir de otros conflictos silenciados más cercanos a occidente como el de Ucrania con Rusia. Este fenómeno, particularmente en los espacios evangélicos especialmente en Estados Unidos y Latinoamérica, no debiese hacernos perder de vista el modo en que los cristianos han enfrentado la cuestión de la guerra en el pasado.

Las dos guerras mundiales y la guerra fría, empujaron a creyentes en general a preguntarse por el problema de la guerra en un sentido teológico. De aquí que, por ejemplo, una pregunta como “¿qué pensar sobre la bomba atómica?”, fruto de esta reflexión general sobre la guerra, haya tenido como consecuencia la revisión y adopción de múltiples posiciones respecto a la tarea que le corresponde a las iglesias y a los creyentes en caso de guerra, los deberes éticos de un Estado en caso de guerra y el uso adecuado de las armas. De aquí que, más que opinar sobre las razones y pormenores de uno u otro conflicto, en el presente no solo se requiere puntualizar aquellos elementos que limitan la comprensión de ciertos evangélicos sobre la guerra, sino recuperar las tradiciones de pensamiento cristiano que se han ocupado de esta cuestión.

La obsesión evangélica por Oriente Próximo es explicable por varios factores, pero tampoco debe desconocerse que esto no es propiamente cristiano evangélico porque, después de todo, ¿cuándo se interesaron los medios de comunicación masiva en informarnos sobre conflictos en otras latitudes del mundo? En términos generales, lo que queda en evidencia aquí es, más bien, una obsesión occidental por Oriente Próximo. Con todo, esta fijación enfermiza en esa zona también tiene una forma cristiana específica.

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