responde qué cambios trajo la revolución de alfaro a la sociedad ecuatoriana
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Libertad de expresión y de pensamiento, igualdad para hombres y mujeres, y el fin de un gobierno conservador. Todo ello se inicia en esta fecha y mucho antes en la mente de un manabita, que se convertiría años después en el mejor ecuatoriano de todos los tiempos: Eloy Alfaro Delgado.
Gracias a él y a miles de montoneros las mujeres aparecieron en la vida pública por primera vez desde 1830, cuando inició la vida republicana del Ecuador.
Para Kathy Macías, rectora del colegio Uruguay, esta revolución significa mucho. Ella lleva adelante una institución que ha educado a miles de mujeres.
El 5 de junio de 1985 representó el inicio de una nueva época para el país, fue el triunfo de la Revolución Liberal Alfarista.
Pero esta fecha no sólo es sinónimo del comienzo de una igualdad de género, o el inicio de un gobierno desprendido de la iglesia; también es el arranque de la "unión" de regiones con obras físicas que trascenderían, como el ferrocarril.
una identidad. Cuando alguien entra a la oficina de Vicente Véliz, rector de la Universidad Técnica de Manabí, a mano derecha se topa como un retrato de más de un metro de Don Eloy.
Y no sólo las oficinas públicas están ataviadas con la imagen de barba blanca y cabello canoso del Viejo Luchador. Su nombre suena en todas partes del país y hasta en el extranjero. En países distantes, como China, hay al menos un monumento a Alfaro.
En Manabí se conserva la esencia alfarista.
Para Véliz, el Alfarismo cambió la historia del país.
"Es por Alfaro que tenemos una gobierno laico, por él la mujer tiene voz en la vida pública. Alfaro cambió la historia, no sólo de una nación, sino también es referencia a nivel internacional", dijo.
Las manos de Ivo Uquillas, artista manabita, han rendido homenaje al Alfarismo, representando al protagonista de esta revolución en cientos de pinturas, estatuas, monumentos, y escritos. Tanto marcó la vida de Uquillas, que su obra emblemática es La Gloria de Alfaro, que reposa en el museo-mausoleo de Ciudad Alfaro, en Montecristi.
El 5 de junio. Para Dumar Iglesias, presidente de la Casa de la Cultura, el 5 de junio de 1895 es el inicio de un movimiento insurgente y prefiere catalogar a esta fecha como una revolución Alfarista.
"Esta revolución y Eloy Alfaro significan el rescate de nuestra identidad cultural. Y para Manabí uno de sus más grandes valores lo constituye el general Eloy Alfaro, porque ese movimiento que fundó ha perdurado en el tiempo y en el espacio".
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