Castellano, pregunta formulada por juanjoselunago, hace 11 meses

Responda las preguntas 1 a 5 de acuerdo con el siguiente texto:
Hombre pierde su sombra en un incendio



“... el que perdió su sombra en un incendio...”.
César Vallejo

Un hombre perdió su sombra en un incendio, y en este momento se halla encerrado por voluntad propia en su apartamento, donde permanece casi a oscuras, sin querer recibir prácticamente a nadie, y sintiéndose, según sus propias palabras, “profundamente a-sombrado”.
La policía, entretanto, desarrolla una investigación tendiente a dar con el paradero del espectro.

El hecho ocurrió el martes por la tarde, durante el incendio que sufrió el edificio residencial El Molusco, en esta ciudad, y que sólo causó ligeras ruinas en un sector del mismo, gracias a la oportuna intervención del cuerpo de bomberos, que tampoco permitió víctimas.

El sujeto, un joven estudiante universitario, contó que cuando el fuego apareció en su apartamento- localizado en el cuarto piso del susodicho edificio- su sombra perdió el control de los nervios y empezó a instarlo para que saltara por la ventana. “Me negué a hacerlo”, agregó, “porque consideré que la situación no justificaba una solución de tal extremo”. Luego explicó que la sombra se desesperó en grado sumo y que de pronto, con una presteza que no le dio lugar a él para impedirlo, la vio desprenderse de su lado y arrojarse por la ventana.

Fueron muchos los testigos que la vieron caer. Uno de ellos declaró: “Fue una visión bellísima. Más que caer, diría que se posó suavemente sobre el pavimento, como la más fina de las panteras. De inmediato emprendió carrera hacia la esquina; se movía con la depurada plasticidad de un mimo, pero era más veloz. En un instante fue devorada por la esquina y no la vi más”.

La policía ha informado que las pesquisas adelantadas no han arrojado, hasta la fecha, ningún resultado positivo, pues si bien se llegó incluso a capturar a tres individuos bajo la sospecha de haber raptado a la sombra, no se les pudo finalmente comprobar nada. Uno de ellos, identificado como Ricardo de Cuba, fue sorprendido con dieciséis sombras, por lo que se pensó que era un maniático dedicado a la colección de estas, pero luego se logró establecer que ellas correspondían a las dieciséis personalidades de que estaba dotado el misterioso implicado. Otro, cuyo nombre no fue suministrado, fue hallado con dos sombras, pero ninguna era tampoco la buscada, ya que esta vez se trataba de la propia sombra del sospechoso y de la sombra de su propia muerte que, según se dijo, lo ha acompañado siempre. Y el tercero, cuya identidad tampoco se indicó, fue encontrado también con una sombra de más, pero era la sombra de una infamia que el tipo había cometido en su juventud.

No obstante, la policía ha insistido en que no cejará un ápice en su búsqueda. Así lo ha hecho saber el comandante de esta institución, quien sobre el particular precisó: “Personalmente, lo he asumido como un reto”. Y añadió: “Este caso ha llegado a obsesionarme tanto, que ya no sé si soy yo quien persigue a la sombra o si es ésta quien me persigue a mí”.

Tal empeño y diligencia han servido por lo menos para llevar un poco de esperanza al joven estudiante que se niega a abandonar el asilo que ha encontrado en su propio apartamento, hasta tanto no recupere su sombra, pues cree que en la calle la gente lo miraría como un monstruo. Ciertamente, el joven se halla tan afectado por su desgracia, que sus amigos más íntimos, que son de los pocos que pueden visitarlo, al ser consultados por este redactor dijeron lo siguiente: “Hemos terminado por pensar que quien se perdió, en realidad, fue él mismo, de modo que es con su sombra con quien hablamos casi a diario en la penumbra de su apartamento”.



Respuestas a la pregunta

Contestado por coboelena11
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Explicación:

César Abraham Vallejo Mendoza fue un poeta y escritor peruano. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país

César Abraham Vallejo Mendoza (Santiago de Chuco, La Libertad; 16 de marzo de 1892-París, 15 de abril de 1938) fue un poeta y escritor peruano. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país.[1] Es, en opinión del crítico Thomas Merton, «el más grande poeta católico desde Dante, y por católico entiendo universal»[2] y según Martin Seymour-Smith, «el más grande poeta del siglo XX en todos los idiomas».[3]

César Vallejo

César Vallejo en 1929.

Información personalNombre de nacimientoCésar Abraham Vallejo MendozaNacimiento16 de marzo de 1892

Santiago de Chuco, La Libertad (Perú)Fallecimiento15 de abril de 1938

(46 años)

París, FranciaSepulturaCementerio de Montparnasse NacionalidadPeruanaAfiliacionesPartido Socialista Peruano FamiliaCónyugeGeorgette Philippart de VallejoEducaciónEducado enUniversidad Nacional de Trujillo

Universidad Nacional Mayor de San MarcosInformación profesionalOcupaciónPoeta, ensayista, narrador, periodista y educadorMovimientoVanguardismo GéneroPoesía Obras notablesLos heraldos negros (1918), poemario

Trilce (1922), poemario

Escalas (1923), narraciones

Fabla salvaje (1923), novela corta

El Tungsteno (1931), novela

Paco Yunque (1931), cuento

Rusia en 1931 (1931), ensayos

España, aparta de mí este cáliz (1939), poemario

Poemas humanos (1939), poemarioFirma

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Publicó en Lima sus dos primeros poemarios: Los heraldos negros (1918), con poesías que si bien en el aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva; y Trilce (1922), obra que significa ya la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial. En 1923 dio a la prensa su primera obra narrativa: Escalas, colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año partió hacia Europa, para no volver más a su patria. Hasta su muerte residió en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades europeas en las que estuvo de paso. Vivió del periodismo[4] complementado con trabajos de traducción y docencia.

En la última etapa de su vida no publicó libros de poesía, aunque escribió una serie de poemas que aparecerían póstumamente. Sacó en cambio, libros en prosa: la novela proletaria o indigenista El tungsteno (Madrid, 1931) y el libro de crónicas Rusia en 1931 (Madrid, 1931). Por entonces escribió también su cuento más famoso, Paco Yunque, que saldría a luz años después de su muerte. Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: Poemas humanos y España, aparta de mí este cáliz, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette Vallejo. La poesía reunida en estos últimos volúmenes es de corte social, con esporádicos temas de posición ideológica y profundamente humanos. Para muchos críticos, los Poemas humanos constituyen lo mejor de su producción poética, que lo han hecho merecedor del calificativo de «poeta universal».

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