reseña del cuento yabebiri ayudaaaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En el río Yabebirí, ubicado en Misiones, hay muchas rayas y muchos otros peces. Algunos hombres van a cazarlos con bombas de dinamita y matan a millones de especies.
Un hombre que vivía por allí, sentía lástima de los pececitos. Él no se oponía a que pescaran en el río para comer, sin embargo no quería que mataran inútilmente a millones de animales.
Los cazadores se enojaron al principio, pero como el hombre quien era bueno, pero de carácter fuerte, hizo que los cazadores se retiraran. Los peces y las rayas quedaron muy contentas y agradecidas con su amigo humano que los había salvado. Lo reconocían apenas se acercaba al río, cuando él andaba fumando por la costa.
Sucedió una vez que, una tarde, un zorro llegó corriendo hasta el Yabebirí, y metió las patas en el agua. Gritó a las ratas que venía su amigo, peo herido. Entonces las rayas corrieron a la orilla y le preguntaron al zorro dónde estaba el hombre. El zorro dijo que ya venía, que había peleado con un tigre, que iba a cruzar a la isla y que le dieran paso. Entonces las rayas accedieron, pero mencionaron que el tigre no pasaría.
El zorro amenazó que tengan cuidado con el tigre, y pegando un brinco el zorro entró de nuevo en el monte.
De pronto, apareció el hombre ensangrentado y con la ropa rota. Avanzó tambaleando hacia la orilla muy herido y entró al río. Las rayas que estaban amontonadas se apartaron de su paso y el hombre llegó hasta la isla sin que una raya lo picara. Llegó y cayó desmatado en la arena.
El rugido del tigre hizo que las rayas brincaran en el agua, y se lanzaron como una flecha a la orilla. En efecto, el tigre que había peleado con el hombre, lo venía persiguiendo y había llegado a la costa del Yabebirí. El animal también estaba muy herido y ensangrentado, pero al ver al hombre caído como muerto en la isla, se lanzó al agua para acabar de matarlo.
Sin embargo, apenas metió una pata en el agua, sintió como si le hubieran clavado clavos en las patas: eran las rayas que defendían el paso del río. El tigre saltó hacia atrás con mucho dolor. Gritó enfurecido que se retiraran del camino, pero las rayas le respondieron que no lo harían.
El tigre sabía que las rayas están casi siempre en la orilla; y pensaba que si lograba dar un salto muy grande no hallaría a más rayas en el medio del río y podría así comer al hombre moribundo. No obstante, las rayas habían adivinado sus intenciones y corrieron al medio del río. El tigre saltó y sintió una gran cantidad de aguijonazos. A pesar de queer continuar, el dolor era tan terrible que el tigre retrocedió y se echó en la arena, envenenado por las rayas.
Explicación:
nose ahí más