reseña de alguna película mexicana.
Respuestas a la pregunta
Después de Lucia
Después de Lucía es un filme del mexicano Michel Franco (Daniel y Ana, 2009) que poco a poco está ganando mayor reconocimiento gracias al gran recibimiento que tuvo en el festival de Cannes y la publicidad tan directa que está manejando.
La película está protagonizada por Tessa Ia (The Burning Plain, 2008) hija de la actriz Nailea Norvind, que desde pequeña ha mostrado grandes dotes artísticos y talento dentro del medio como se destaca en su actuación en The Burning Plain de Guillermo Arriaga donde aparece junto a Charlize Theron; y Hernán Mendoza (Zurdo, 2003) que a pesar de tener tantos años en el medio artístico, no ha entrado de lleno al mundo del cine y se ha concentrado más en la televisión. Cabe destacar que lo más fuerte del filme mexicano son las actuaciones de todo el reparto siendo las de los dos protagonistas las más importantes y que marcan el tono en general de la cinta por la calidad y las características de la historia.
La cinta nos cuenta la historia de Alejandra (Tessa Ia) y su padre (Hernán Mendoza) que tras sufrir la trágica muerte de su madre deciden viajar de su ciudad, Puerto Vallarta, hacía el Distrito Federal en busca de tratar de olvidar lo sucedido y encontrar una nueva vida.
Desde el comienzo de la cinta nos percatamos que Roberto, el padre de Alejandra, parece no haber superado nunca la muerte de sus esposa, cuestión que se hace notar a lo largo de la cinta y que da paso al cuestionamiento de que si en verdad es capaz de lidiar con una adolescente que se encuentra en los años más difíciles de su aún joven vida.
Alejandra al llegar a su nueva escuela trata de hacer lo que todo adolescente normal quiere, y eso es encajar dentro de un grupo social, en especial en el de los niños “cool” de la institución.
El filme es muy claro y directo en el consumo de drogas y alcohol, cuestión que en el cine mexicano parece entrar en lo común, pero que en el contexto de la cinta tiene mucha importancia por la temática que se aborda más adelante.
El desarrollo de la trama se presenta cuando tras una noche de excesos, Alejandra decide tener relaciones sexuales con José (Gonzalo Vega Sisto) y gracias al estado en que se encuentran, él decide grabar su encuentro y Alejandra se lo permite. Este es el punto donde todo cambia radicalmente y al regresar de su viaje, Alejandra se da cuenta que el video se ha hecho público y toda la escuela lo ha visto. Situación que la convierte inmediatamente en una paria.
La cadena de sucesos que desembocan después, comienzan a rayar en un Bullying extremo donde el espectador se llega a compenetrar tanto en la gravedad de lo que está viendo que llega a tener una serie de sentimientos encontrados. Alejandra llega a sufrir tal clase de abusos tanto de violencia física y psicológica, como sexuales que en verdad te lleva a recapacitar acerca de lo que se vive en las escuelas no sólo de la ciudad de México sino de todo el mundo.
Lo más destacable de la película como había mencionado antes, son las actuaciones de todo el elenco que parecen tan claras y reales que en un punto en los comienzos del filme incluso llegas a cuestionarte que sí lo que estás viendo es un documental o uno de los grandes proyectos del cine de Hollywood.
El tagline de la película nos dice: “Basada en Miles de Historias Reales… Tal vez La Tuya” y es que precisamente eso es lo más importante del largometraje, la realidad que maneja que te lleva a analizar que las situaciones que estás viendo pueden estar pasando ahora mismo en cualquier escuela y probablemente te haga reflexionar acerca de tus actos en tu adolescencia ya sea visto desde el punto de vista del bully o del que estaba siendo victima de los abusos.
Uno de los puntos relativamente negativos es que la premisa de la película te hace notar que la chica está siendo victima de abusos sin algún motivo aparente, pero al darte cuenta que en realidad es por consecuencia de uno de sus actos también te hace reflexionar hasta que punto tiene un grado de culpabilidad.
Otro aspecto del largometraje, es que es una especie de bullying de escuela privada más real, pero que ya había sido abordado en varias cintas anteriores sin llegar a los extremos de la película de Franco que al mismo tiempo nos proporciona una especie de frescura a medias ya que incluso las razones por las que empiezan los abusos hacia Alejandra son parte de un cliché cinematográfico que se llegó a utilizar en el cine de los 90’s.
Lo más memorable de la cinta son las tomas y la fotografía de Chuy Chavez que trasmiten un sentimiento de crudeza y sobriedad por la falta de movimiento y los colores grisáceos que utiliza.
La falta de musicalización causa el mismo efecto en el espectador, pero a la vez resulta ambiguo al tener un referente musical para analizar.