Religión, pregunta formulada por KonekoToujou15, hace 6 meses

Resalta la idea principal del texto y explícala en una página, en forma de ensayo:
La característica central de esta actividad pasa
por el rol asignado a los adolescentes. Se trata
de considerarlos sujetos activos de la sociedad
y no meros receptores pasivos, de modo tal
que puedan vivenciar que su acción es capaz
de producir cambios en la comunidad.
En la medida en que los adolescentes trabajan
activamente buscando información,
reflexionando y transmitiendo vivencias a los
más chicos, logran una concientización que los
transforma en agentes multiplicadores, ya que
forman parte de distintas redes sociales
(familia, amigos, instituciones).
En cuanto a los más chicos, suele suceder que
el trabajo con alumnos mayores es muy bien
recibido y permite un abordaje más productivo
del tema.
La calidad en el servicio educativo es una de las más sensibles de abordar. Quizás por los
actores involucrados, y las relaciones tan cercanas que existen entre ellos.
A su vez, la educación es uno de los servicios que, al menos en mi país, se percibe como más
tradicional, o en donde las actualizaciones cuestan en llegar. Esto hace que, en muchas áreas, se
mantengan prácticas obsoletas.
En este artículo voy a mencionar una de esas áreas, que considero está bastante instalada y es, a
su vez, causa de muchos problemas de calidad en el servicio educativo.Los investigadores americanos Zeithaml, Berry y Parasuraman nos hablan de una de las
deficiencias de la calidad en el servicio, que es el establecimiento de normas de calidad
equivocadas.
A partir de su investigación surge que una de las principales causas de esta deficiencia es el
compromiso que asume la dirección con la calidad del servicio.
Extraigo un párrafo de estos autores:
“Muchas empresas creen estar comprometidas con la calidad del servicio, pero su compromiso real
es con la calidad vista desde el interior de la organización, fundamentalmente desde una perspectiva
técnica. Para muchas empresas, la calidad del servicio significa cumplir o satisfacer las normas que
ellas mismas han definido respecto a la productividad y/o la eficiencia, muchas de las cuales los
clientes no perciben o ni siquiera desean.”
Este concepto me vino “como anillo al dedo” para explicar una situación que me tocó vivir del lado
del cliente en relación al servicio educativo.
Me acerqué a la dirección del colegio de mi hija para plantear revean una práctica que, desde mi
punto de vista, atenta contra la salud de los niños. La directora me escuchó y como respuesta me
dijo que “Son las normas de la institución”. No estaba dispuesta a analizar si es lo mejor para los
niños o no. La verdad absoluta es que “Son las normas de la institución”.
Dijo además, que no había recibido ninguna otra queja de una madre por ese tema. Sin embargo
admitió que nunca habían consultado a los padres de manera proactiva.
¿Cómo podemos servicio educativo en estos casos?
En el sistema educativo está muy instalada la mirada de los directivos “hacia adentro” de las
instituciones, y siempre se refieren a sus normas internas para evaluar la calidad del servicio.
El enfoque al cliente es escaso, hay poca receptividad ante sus planteos (aun cuando se “recibe” a
los padres y se los “escucha”).
Esto explica también que los padres, en vez de acercarse a la institución para plantear aquellos
aspectos que no los satisfacen, optan por comentarlos afuera, con otros padres, y evaluar los pros
y contras de una u otra institución. Pero no tienen esperanza de poder cambiar lo establecido. Son
las condiciones que deben aceptar, y no vale la pena perder tiempo en pedir que se modifique.
¿Cómo hacer para cambiar esta deficiencia de la calidad en el servicio educativo? Por el lado del mercado, las condiciones no favorecen un cambio. En muchas sociedades la
demanda supera la oferta, y las familias tienen que conformarse con haber conseguido un lugar
para educar a sus niños.
Los establecimientos educativos están saturados y sus directivos no se preocupan porque un niño
sea retirado de la institución, más bien tienen otros tantos en lista de espera. Esto hace que ni
siquiera averigüen los motivos del cambio. Prefieren ignorar esa realidad que puede molestar,
porque no necesitan retener alumnos.
Entonces, ¿hay una esperanza de cambio?
Yo creo que sí. Y mi esperanza proviene del tipo de servicio. Se trata de un servicio para el cual se
debe tener vocación. Si esa vocación existe, no importan las condiciones del mercado, no se
necesita querer atraer inscripciones. Simplemente se buscará calidad en el servicio como respuesta
vocacional.
Pero esto implica dejar de lado viejos paradigmas instalados y revisar la misión del servicio
educativo, lo que permitirá poner el foco en lo esencial, en los principales beneficiarios: los alumnos.
Buscar su bien por sobre otros intereses hará que surja la creatividad para encontrar

Respuestas a la pregunta

Contestado por pasingamaria8
11

Respuesta:

hola

Explicación:

holaaaaa está muy difícil está súper largo

Contestado por Camilex07
10

Respuesta:

Digo lo mismo que el de arriba u.u'

Explicación:

Tu puedes confiamos en ti.


KonekoToujou15: Ps ya lo hice hace dos semanas así que nada que ver -.-
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