Reportaje sobre la contaminación
Respuestas a la pregunta
Vayamos al este, a Japón. Fukushima. Año y medio después del accidente nuclear de la central de Fukushima, el terremoto y el tsunami que arrasó con la costa japonesa, la contaminación radioactiva no deja de aumentar y se está propagando por el Pacífico.
Al sudoeste, entre Perú y Bolivia. Durante más de 20 años, el lago Titicaca, uno de los lagos más altos del mundo, y sus afluentes los ríos Ramis y Suches, han sufrido una grave contaminación producida por la actividad minera de la zona. Metales pesados, sustancias tóxicas como mercurio y cianuro han navegado durante todo este tiempo afectando el agua, la agricultura y la ganadería de los pobladores. Ahora, expertos del Proyecto Especial Lago Titicaca (PELT) han recibido diez millones de nuevos soles del gobierno peruano para remediarlo.
África, la cuna del mundo, se ha convertido en el contenedor de la basura electrónica de países como Alemania o Estados Unidos. Estos desechos formados por sustancias tóxicas (plomo, arsénico, furano, cadmio) envenenan cada año a miles de niños que buscan entre los basurales metal para vender. Lo queman y, en consecuencia, inhalan metales pesados y humos cancerígenos. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en África Occidental se generan un millón de toneladas de estos residuos tecnológicos cada año.
Y en Europa, Bruselas vigila a Madrid por incumplir los índices legales de contaminación atmosférica. La mala calidad del aire de la ciudad afecta directamente a la salud de la población.
Respuesta:
Mira arriba, al norte. El Ártico. Esta área del planeta, en la que habitan osos polares, morsas y pueblos indígenas, estabiliza nuestro clima gracias al reflejo de los rayos del sol en su hielo. Este calor enviado hacia el espacio permite mantener fresca la Tierra y dar estabilidad a nuestros ecosistemas. No obstante, por primera vez este hielo de más de 800.000 años se está derritiendo muy rápido por el uso de energías fósiles sucias y el calentamiento global. La compañía de hidrocarburos Royal Dutch Shell quiere aprovechar el deshielo para extraer petróleo sin importarle este rincón virgen ni las especies que lo habitan. Tan sólo cubriría la demanda global de 3 años. Desde hace un par de meses, activistas de Greenpeace intentan frenar los planes de Shell.
Vayamos al este, a Japón. Fukushima. Año y medio después del accidente nuclear de la central de Fukushima, el terremoto y el tsunami que arrasó con la costa japonesa, la contaminación radioactiva no deja de aumentar y se está propagando por el Pacífico.
Al sudoeste, entre Perú y Bolivia. Durante más de 20 años, el lago Titicaca, uno de los lagos más altos del mundo, y sus afluentes los ríos Ramis y Suches, han sufrido una grave contaminación producida por la actividad minera de la zona. Metales pesados, sustancias tóxicas como mercurio y cianuro han navegado durante todo este tiempo afectando el agua, la agricultura y la ganadería de los pobladores. Ahora, expertos del Proyecto Especial Lago Titicaca (PELT) han recibido diez millones de nuevos soles del gobierno peruano para remediarlo.
África, la cuna del mundo, se ha convertido en el contenedor de la basura electrónica de países como Alemania o Estados Unidos. Estos desechos formados por sustancias tóxicas (plomo, arsénico, furano, cadmio) envenenan cada año a miles de niños que buscan entre los basurales metal para vender. Lo queman y, en consecuencia, inhalan metales pesados y humos cancerígenos. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en África Occidental se generan un millón de toneladas de estos residuos tecnológicos cada año.
Y en Europa, Bruselas vigila a Madrid por incumplir los índices legales de contaminación atmosférica. La mala calidad del aire de la ciudad afecta directamente a la salud de la población.