Relacionarlo con los hechos y con el testimonio de Pablo Díaz
apenas perceptibles escucho tus palabras de cerca en las bandas de rock and roll
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Claudia es María Claudia Falcone, esa delegada del Bellas Artes platense que la película de Héctor Olivera –basada en testimonios de Pablo– inmortalizó como una tierna líder que enseñaba a leer a los niños pobres de La Plata, se enfrentaba con sus padres en defensa de sus ideales, que conducía una asamblea de adolescentes fervorosos, rosqueaba el boleto estudiantil gratuito y cantaba bellamente “Rasguña las piedras” entre la mugre de la cucha en la que la tenían encerrada en el Pozo de Banfield. Allí, en el encierro y el “minuto a minuto” del centro clandestino de detención, Pablo se enamoró de ella.
“No sé de qué, pero me enamoré de ella en el Pozo”, reconoce Pablo, que trasladó ese amor al guión de la película que difundió su secuestro y el de sus coetáneos y dotó a su intérprete –Alejo García Pintos– como un joven que se derretía cada vez que miraba a su enamorada, que la iba a buscar al colegio, que la cuidaba en el secuestro, que la consolaba y, ya liberado de la venda, gracias a la compasión de un interesado guardia que desde entonces negociaba su imposible inocencia, la veía por última vez y la invitaba a salir. Se aferró de ese último sentimiento y se valió de él para atravesar su supervivencia entre tanta muerte.
Explicación: