Reflexiones antropológicas halina stasiejko resumen
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Tomando posición para concebir “lo humano”
Nos proponemos recorrer algunas ideas a fin de comprender el orden humano, su origen, su constitución, su permanencia, sus capacidades. Qué somos, qué nos define?, ¿Qué es lo humano? Frecuentemente en la vida cotidiana pensamos en el ser humano como un ser racional y declaramos en el discurso que lo distintivo del mismo es la racionalidad, la capacidad de pensamiento abstracto, la producción de deducciones racionales. si mismo, solemos identificar al “pensamiento científico”, a la “modalidad de pensamiento paradigmático”
1. Como la re presentación más prototípica de lo “racional”.
Pero, ¿esta modalidad de pensamiento representaría lo medular y más característico del ser humano? Si respondemos que sí, probablemente lo hacemos en concordancia con la alta valoración que la cultura occidental suele otorgar al quehacer y los productos científicos. La ciencia y la tecnología, que han modificado sensiblemente nuestra vida cotidiana planetaria en los últimos años, son productos humanos que gozan de un reconocido prestigio y poder. Aunque su vez reciban críticas por sus usos y consecuencias ecológicas. Dé todos modos y dejando de lado reflexiones epistemológicas acerca de la producción y aplicación científica, hacer ciencia y “pensar científicamente”, esto es: elaborar hipótesis científicas, simular fenómenos, controlar variables, poner a prueba las teorías en busca de la aproximación a lo real, utilizar procedimientos de indagación muy complejos y exhaustivos; no son acciones que los seres humanos desarrollen espontáneamente a partir de la vida cotidiana. Más bien, la construcción de una “modalidad científico racional de pensamiento” requiere de un particular interés, años de formación, prácticas especializadas, aprendizajes específicos.
2. Si respondemos que no a la pregunta por la universalidad del pensamiento científico, probablemente es porque no sólo tenemos en cuenta que esta modalidad es una acción local y restringida a escasa población, sino porque además, se trata de una expresión muy reciente del género humano. Es un emprendimiento que, en nuestra larga historia filogenética, ocupa los últimos instantes del recorrido. Tan reciente es, que el ser humano ha creado para hacer frente a estas acciones, nuevos lenguajes para expresar con precisión las argumentaciones racionales. Por ejemplo, la lógica formal que emergió en un momento histórico-cultural vinculado al Iluminismo, fue propuesta como un lenguaje limpio de las impurezas del habla cotidiana, al servicio de La construcción de argumentaciones científicas, racionales, rigurosas y objetivas. Es interesante, porque este ejemplo nos permite apreciar aquello más característico del género humano, su capacidad creadora de mundos simbólicos. El lenguaje que desde los inicios de la humanidad estuvo al servicio de la comunicación cotidiana, la realización de prácticas rituales, la transmisión de mitos, leyendas, y la generación de formas poéticas, se amplía cuando el ser humano inventa nuevos lenguajes para servir a nuevas funciones, inexistentes en el inicio de la evolución biológica y la historia de la humanidad. En todo caso, hacer ciencia es una expresión más, de la capacidad humana de producción y consumo de símbolos. Esta última constituye el rasgo fundamental del ser humano. El pensamiento de E. Cassirer
3. (1874-1945) profundizó en esta dirección, arribando a la conclusión de que la característica más sobresaliente de “lo humano” es su vivir en un “universo simbólico” y el expresar “su vivir” a través de símbolos. No podemos pensar lo humano fuera de ese orden.
Explicación:
En conclusión: La ciencia y la tecnología, que han modificado sensiblemente nuestra vida cotidiana planetaria en los últimos años, son productos humanos que gozan de un reconocido prestigio y poder. Por ejemplo, la lógica formal que emergió en un momento histórico-cultural vinculado al Iluminismo, fue propuesta como un lenguaje limpio de las impurezas del habla cotidiana, al servicio de La construcción de argumentaciones científicas, racionales, rigurosas y objetivas.
Es interesante, porque este ejemplo nos permite apreciar aquello más característico del género humano, su capacidad creadora de mundos simbólicos. Esta última constituye el rasgo fundamental del ser humano. Cassirer profundizó en esta dirección, arribando a la conclusión de que la característica más sobresaliente de «lo humano» es su vivir en un «universo simbólico» y el expresar «su vivir» a través de símbolos.